El 'chiki-chiki' nacional
VISITA A LA CIUDAD DE CHOCOLATE
La naturaleza del Náufrago necesita renovarse cada día, precisa que cada día le sorprenda con algo. Es como un niño que necesitase sentirse eternamente niño para poder seguir asombrándose de algo o de alguien. Habla con amigos, con hermanas o cuñados que le cuentan viajes, realizados o por hacer, de altos vuelos, de cruceros por mares que nunca surcará y él se contenta con la travesía que le ofrece cada día, cada hora, cada minuto que se torna novedad.
Leyendo los periódicos - apenas ve la tele y no oye apenas la radio - tiene la impresión de que este país goza de un ‘encefalograma plano’. Dos meses después de las ‘erecciones nacionales’ parece haber entrado en un período de letargo. Nada inmuta a sus habitantes, ni los muertos que saltan por los aires, ni los euribors que ascienden, los euros que no llegan al día 20, las personas que reingresan en el paro mientras empieza a faltar dinero para pagarles…Ya ni siquiera hay ‘crispación’, porque los ‘crispantes’ están destrozándose entre sí en un espectáculo lamentable del que sólo sacan partido los mismos que echan cada día más leña para que el fuego siga alumbrando un escenario de fantasmas…
El pueblo llano calla, aguanta, escucha, mira el calendario para ver cuándo llegan las vacaciones y cuántos días de playa podrán pagarse. Y en el aire todo lo inunda una canción adormidera: uno, el duermidance, dos, el atontaito, tres, el estupijanson, cuatro, el bobocop. ¡Y todos a bailar!
Ayer el Náufrago se convirtió en visitante, con la esperanza del que acude a un sitio donde espera descubrir cosas nuevas. No es hombre de rutinas, necesita renovarse a diario, ver cosas nuevas o llevar las conocidas a su espacio interior e incorporarlas para que queden a salvo de la fugacidad y la caducidad.
La naturaleza del Náufrago necesita renovarse cada día, precisa que cada día le sorprenda con algo. Es como un niño que necesitase sentirse eternamente niño para poder seguir asombrándose de algo o de alguien. Habla con amigos, con hermanas o cuñados que le cuentan viajes, realizados o por hacer, de altos vuelos, de cruceros por mares que nunca surcará y él se contenta con la travesía que le ofrece cada día, cada hora, cada minuto que se torna novedad.
Leyendo los periódicos - apenas ve la tele y no oye apenas la radio - tiene la impresión de que este país goza de un ‘encefalograma plano’. Dos meses después de las ‘erecciones nacionales’ parece haber entrado en un período de letargo. Nada inmuta a sus habitantes, ni los muertos que saltan por los aires, ni los euribors que ascienden, los euros que no llegan al día 20, las personas que reingresan en el paro mientras empieza a faltar dinero para pagarles…Ya ni siquiera hay ‘crispación’, porque los ‘crispantes’ están destrozándose entre sí en un espectáculo lamentable del que sólo sacan partido los mismos que echan cada día más leña para que el fuego siga alumbrando un escenario de fantasmas…
El pueblo llano calla, aguanta, escucha, mira el calendario para ver cuándo llegan las vacaciones y cuántos días de playa podrán pagarse. Y en el aire todo lo inunda una canción adormidera: uno, el duermidance, dos, el atontaito, tres, el estupijanson, cuatro, el bobocop. ¡Y todos a bailar!
Ayer el Náufrago se convirtió en visitante, con la esperanza del que acude a un sitio donde espera descubrir cosas nuevas. No es hombre de rutinas, necesita renovarse a diario, ver cosas nuevas o llevar las conocidas a su espacio interior e incorporarlas para que queden a salvo de la fugacidad y la caducidad.
“… esas cosas que viven alejándose“La novena elegía” Rainer Mª Rilke
Comprenden que las alabes tú; fugaces,
Confían que las salvemos nosotros, más fugaces.
Quieren que las transformemos del todo en el corazón invisible,
En nosotros, infinitamente. En nosotros, quienesquiera que seamos al fin”
Comentarios