Exequias y olvido

Se llama María Victoria - ¡qué paradoja! - cuando acaba de ser derrotada y rota por la muerte.¿O ha sido una ‘victoria’ sobre su propio dolor, sobre el odio de los que ponen las bombas y hacen saltar por los aires la vida? Se necesita mucho temple para comerse su dolor y sobrevolar por encima de la “basura”. Hace falta mucha elegancia para tragarse a duras penas las lágrimas, mientras agradece a los que la han acompañado. Es necesario mucho valor para poder mirar a los ojos de algunos que la acompañan en el duelo, que apoyarán al día siguiente los ‘derechos’ de los asesinos.

- “Por el bien de mi hijo y de mi familia respetar mi dignidad”. No tengas miedo, mañana, hoy mismo, se olvidarán de Manolo, se olvidarán de ti, y si algún día quisieras recordar que eres viuda podrán decir incluso que ‘haces política’. Ellos, los que tienen que rebuscar en las palabras para redactar unas líneas que puedan parecerse algo a un ‘consenso’, ya están haciendo política. Han asistido a las exequias y ya han ‘cumplido’. Hasta debías agradecer que el cadáver de Juan Manuel haya recibido los honores de una despedida digna. Antes, ni a eso tenían derecho.

Desde tu tierra, repasarás los años de tu vida con Juan Manuel, te preguntarás por qué quiso subir hasta allá ‘arriba’, para poder tener un poco más de dinero y sobre todo la posibilidad de volver a Málaga lo antes posible. Macabramente, la fecha ha llegado antes de lo previsto. Muerto. Y tú te has quedado por mucho tiempo, quizá para el resto de tu vida sola, muy sola. Será una muerte más y lo más terrible es que tiene toda la pinta de ser otra muerte inútil. El camino iniciado hace ya tiempo no parece tener retorno.

Un beso, sólo un beso puede enviar un Náufrago que cada vez cree menos en ceremonias, declaraciones, en los duelos hipócritas de algunos.

Comentarios

JP ha dicho que…
Me uno a lo condolencia y al propósito de tardar en olvidar, lo máximo que pueda...

Saludos,
JP

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