Seguir siendo niño
Ayer, cuando me incorporé a mis clases, después de tres días de ausencia, confesé una ingenuidad, que seguramente mis alumnos no creyeron el todo.Les dije, que aunque les pareciera extraño, les había echado de menos. Y era bastante verdad.Porque siento el calor de su anteción de su interés, en la mayor parte de ellos, cosa poco frecuente en estos tiempos.
Luego he estado revisando sus poemas, sus dibujos, sus "pps", tratando de imitar a Jacques Prevert.Me ha sorpendido la madurez que supone, en una chica de 15 años, poder escribir cosas como éstas:
Si tu veux rester toujours enfant,
Tu n'as que très peu de choses à faire...
Rester toujours innocent,
ne pas mentir,
croire toujours ce qu'on te dit
penser que dans le monde
il n'y a pas de problèmes
Tu te tompes, peut-être.
C'est parce que tu es encore enfant
et que tu continues à être heureux
Je ne voudrais jamais grandir ,
amais découvrir la vérité
et vivre , comme un enfant.Heureux
Creo que estos versos suponen más madurez de la que imaginamos
Luego he estado revisando sus poemas, sus dibujos, sus "pps", tratando de imitar a Jacques Prevert.Me ha sorpendido la madurez que supone, en una chica de 15 años, poder escribir cosas como éstas:
Si tu veux rester toujours enfant,
Tu n'as que très peu de choses à faire...
Rester toujours innocent,
ne pas mentir,
croire toujours ce qu'on te dit
penser que dans le monde
il n'y a pas de problèmes
Tu te tompes, peut-être.
C'est parce que tu es encore enfant
et que tu continues à être heureux
Je ne voudrais jamais grandir ,
amais découvrir la vérité
et vivre , comme un enfant.Heureux
Creo que estos versos suponen más madurez de la que imaginamos
Comentarios
La experiencia añade oficio, trucos, pero la espontaneidad se pierde. Y todos los que nos dedicamos a la enseñanza encontramos estos ejemplos con más o menos frecuencia. Además, son necesarios. Si no viéramos destellos de brillantez en nuestros chicos, perderíamos el entusiasmo por enseñarles nada.
Lo que queda es apreciar y fomentar, que sientan que lo que hacen vale.
Si les echas de menos, no dejes nunca de decírselo. Dos se reirán y cuarenta quedarán indiferentes, pero habrá otros dos que nunca olvidarán a ese profesor que sí les comprendió cuando nadie -a lo menjor ni siquiera sus padres ni sus más íntimos amigos- lo hacia.