El arcén de Andrés Aberasturi

Hay dos sitios que visito a diario: "Desde el arcén", de Andrés Aberasturi y las "Humoradas", de Enrique Gallud. Los dos me proporcionan el sosiego y la dosis de humor necesarios, para que el día sea menos lunes o martes, o simplemente para que resulte un día más agradable. Hoy Andrés, habla de su arcén y dice que lo encuentra bastante hospitalario , por eso me animé a escribirle esto:

Querido primer “okupante” del arcén,

Gracias por hacernos sitio en este sitio, donde nadie es dueño de nada. Además, ya sabemos que dejaste hace algún tiempo tu “casa”. Creo que dijiste algo así como:

“Hoy dejaré las puertas
y las ventanas de la casa abiertas
de par en par abiertas,
abiertas
para siempre.”


Así que eres un “sin techo”, y tienes que pasar días y noches al aire libre, a la puta intemperie… Pero también no tener casa y sí un arcén ,puede tener sus ventajas. No tienes que preocuparte de si hay goteras, no pagas recibo de la luz, del agua, del teléfono. Adiós a las reuniones de vecinos, no te nombrarán ya más presidente, no oirás los ladridos del perro de la señora del tercero, no tendrás que decir “parece que mañana va a llover”, cuando te encuentres en el ascensor con el vecino del 5º. Te perderás esa sensación de abeja en su celda, o de avispa en su escaso hexágono del avispero.

Además , aquí en el arcén , tampoco se está tan mal, conoces a otros “sintecho”, pero “concorazón” desangelado. Gente que suele ser buena gente, que no van y no regresan de ninguna parte. Disfrutan de ellos mismos y del espectáculo de ver correr a unos y otros regresar del último regreso del último fin de semana.

Por eso me gusta este arcén, porque en general , la gente no se altera demasiado, no se dan voces los unos a los otros , incluso cuando hablan de sus lenguas. Gracias por hacernos dueños de la nada.


Comentarios

Enrique Gallud Jardiel ha dicho que…
Muy bien lo de Alumnos sin fronteras. Sería lo más deseable.
A mí me gustaría que existieran también y triunfaran otras ONG.
Por ejemplo: Emigrantes sin fronteras: que nadie fuera ilegal el ningún sitio del planeta, que todos los hombres pudiéramos estar en todas partes.
Y una aún mejor: Mentes y corazones sin fronteras: que nos nos limitaran nuestras razas, nuestros dineros, nuestros prejuicios. Que los hombres pudiéramos ser plenos.
Como siempre, Julio proporciona el toque de sensibilidad que hace fluír adhesiones.

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