Dalí en el Pompidou

El Centro Georges Pompidou (París) y el Museo Reina Sofía (Madrid)   han organizado conjuntamente una gran exposición dedicada a Salvador Dalí (Figueres, 11 de mayo de 1904 - 23 de enero de 1989), una de las muestras más completas realizadas hasta el momento del artista ampurdanés, que podrá ser visitada en la capital francesa a partir del 21 de noviembre y después viajará a Madrid, donde abrirá sus puertas el 24 de abril de 2013


 MISTER DALÍ

JEAN-MICHEL BOUHOURS :
Commissaire et Conservateur,musée national d'Art Moderne

Composición DOUCE
Cuando en 1941, Dalí escribió La vida secreta, describe sus primeros años atrincherado en el cuarto del lavado en el ático de la casa de la familia, firmó ya una postura  que nunca se fue. Colocarse por encima del ‘pueblo’, en una percha, para no ser más intimidado por las chicas que cruzaban la calle "le daba vergüenza". Este sentimiento de superioridad que ocultaba una timidez sin límites, privaba a Dalí de los placeres de la vida  cotidiana. : "Yo, Salvador tenía que haberme quedado en mi sitio, con quimeras disformes y amargas que rodeaban mi personalidad sombría. "(P 87, La vida secreta)

Dalí trató de captar la atención de sus profesores en la Academia de San Fernando en Madrid, activando sus inclinaciones exhibicionistas "Como no me podían enseñar nada, pensé que yo iba  a explicar lo que es una personalidad”. Él la construyó como un activo extraordinariamente valioso: "Yo no cambiaría por nada a Este mundo mi personalidad con ninguno  de mis contemporáneos. "(P 174, La vida secreta). 

Sin embargo, cuando Dalí encuentra a Gala en el verano de 1930, ella le  encuentra antipático en los primeros momentos, debido principalmente a la construcción de un personaje 'folclórico', con aspecto de bailarín de tango con el pelo  engominado

Y para establecer una identidad, debemos inventar "cosas", como él mismo escribió en La vida secretaEsto implica la creación de una imagen de sí mismo, crear un perfil para asegurar una presencia y "reinventarse", escribió el filósofo Jean-Luc Nancy (Le Regard du portrait. París, 2000, Galileo, p 31

Dalí inicia así  la exhibición  de su genio narcisista. Mediante la autosugestión, la superstición o simplemente bravuconería, el delirio ‘daliniano’ trabaja gustoso para imitar la identidad. Cuando está en la cúspide de su fama, Salvador Dalí se ha prestado múltiples personalidades, y en particular la del pintor español Velázquez cuya semejanza se construirá con su famoso bigote.






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