Me falla la memoria

CUANDO EXISTÍAN LOS RECUERDOS

 “Me falla la memoria” '¿Han experimentado la incómoda sensación de tener una palabra en la punta de la lengua? ¿Han ido a la habitación  sin saber a qué ha ido allí? Pues a él le sucede a menudo y está preocupado. Se ha comprado un libro con ese título pero se sigue preguntando. ¿Por qué se ha olvidado de cosas que han ocurrido hace un día , o le cuesta recordar lo que escribió ayer y sin embargo recuerda perfectamente las cosas que ocurrieron aquel verano, cuando tenía diez años? Han pasado más de sesenta años ¿Qué coño hacen esas neuronas?
El 'Gran Hotel''- Balneario

Recuerda perfectamente el nombre de aquel pueblo extremeño  con un conocido balneario. Recuerda perfectamente el Gran Hotel donde se encontraban las termas sulfúricas de los tiempos de los romanos donde las personas mayores iban a ‘tomar las aguas’. Recuerda perfectamente el hotel que estaba enfrente y adonde le había invitado la hija de los dueños de otro hotel. Recuerda los bailes que se hacían por la noche en el hall, donde tocaba el piano un señor ya mayor, don Antonio, y cantaba su nieto, Rafaelito, un joven de unos diecisiete años que cantaba  aquella canción: ‘Un clavel, un clavel y una rosa, para la mujer más hermosa…’. Se acuerda del  zafarrancho que armó ‘el niño’  una noche que se despertó, mientras los del hall se divertían y él  saltó por una ventana y otros huéspedes le vieron por el patio y  dieron la alarma.

El hotel 
Recordaba perfectamente los cohetes de carburo que construía con sus amigos y luego se elevaban varios metros en el parque. Un ‘cohete’ hecho con  unos trozos de carburo.   Un hueco en el suelo, el carburo, un poco de agua para crear el gas, taparlo con un bote y un pequeño agujero, una cerilla y ¡pummmm! el proyectil  subía metros y metros con el regocijo de los ‘ingenieros’. Recordaba los aviones de papel que fabricaba el niño de diez años y luego los vendía a los amigos porque volaban muy bien y sólo costaban una perra gorda.

Recuerda también aquel día que pasó la siesta en la casa de una prima de la amiga de quien le había acogido en su hotel. La chica, dieciséis años, recuerda su nombre: A. y también las invitaciones  que le hizo  a  probar algunos ‘juegos’ en aquella habitación cuando los de la casa descansaban… Aquel día, el niño de los diez años, supo que las niñas tenían ‘cosas’ diferentes y hacían juegos que él no conocía.

Ve aquel pueblo, la 'glorieta', los hoteles, la tienda de juguetes de Juan, la iglesia, las viñas, las cesterías,  aquel verano y ahora no recuerda dónde dejó ayer el papel en el que él había escrito el título del libro: “Me falla la memoria”. ÁlvaroBilbao. RBA.


Comentarios

Lúa ha dicho que…
Yo tengo otros sabios consejos que Douce ma ha dicho que te recuerde:
Rodeáte de buena compañía, haz lo que te guste y sé feliz. Menos mal que ahí está ella para ponerlos en práctica.

¡Miau!



Douce ha dicho que…
Lúa

Creo que tú y yo nos entendemos bastante bien desde nuestra 'felinidad' y nuestra 'canidad'

Diariamente les estamos dando muestras de cómo se debe vivir nuestras vidas. No necesitamos grandes 'tomos' para escribirlos.

No se vive de palabras y pensamientos sino de sentimientos.

Gracias Lúa por recordárnoslo:-)

Guauuu/Miauuuu
Campurriana ha dicho que…
Suele ocurrir y entra dentro de la normalidad. Los seres humanos somos así y nuestra mente es tan compleja que creo que nunca llegaremos a entenderla del todo. Quizá todo tenga su explicación...¿quién sabe?.

Vivamos de sentimientos, Náufrago. Disfrutemos.

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