Esta noticia impresiona porque muestra lo cerca que está la muerte de nosotros, independientemente de la edad...
Debería hacernos recapacitar. Siento muchísimo que estas niñas no puedan saborear la vida desde edades más avanzadas, en la que se aprecia de una forma tan diferente; mucho más sabia...cada vez más, según me dicen, y es lógico pensarlo.
Al final, lo importante son pocas cosas. Desgraciadamente, a las que no les damos importancia muchas veces.
Verás JULIO, la vida es una continua sucesión de situaciones en las que te hace plantearte si de verdad está en nuestra mano evitar los mil peligros que nos rodean... ¿sabes por qué te digo esto? mi hija estaba en esa fiesta. Sabía que iba, me lo había contado esa misma tarde, pero no escuché nada de lo sucedido hasta el día siguiente, a Dios gracias después de que ella me llamara por la mañana para que estuviera tranquila y me quedé aterroriza pensando que podía haber sido una de las fallecidas...
¿Sabes lo más increíble? ella que estaba allí no se enteró de nada de lo ocurrido hasta que salió. Todo es tan grande, tal cantidad de gente que lo que sucede en una esquina les pasa desapercibido al resto, de ahí que todo esto sea tan difícil de controlar. Las masificaciones de gente por el motivo que sea siempre entrañan riesgo, sea con motivo de un acontecimiento deportivo, musical o por el motivo que sea. Ella me comentaba que en este concierto efectivamente la falta de control fue más que evidente... no pedían el carnet a la entrada y en un momento dado aquello se llenó a rebosar...las cosas no suceden, hasta que ocurren ;-((
Ahora en unos meses se extremarán las medidas de control y pasado un tiempo toodo se volverá a relajar, los humanos somos así... olvidamos pronto las tragedias y solo recordamos cuando vuelven a repetirse.
Odio estos conciertos no sabes cuanto, en mi caso sé que a mi hija le apasiona este tipo de música y sé que tanto ella como su grupo de amigas son gente muy sana ( no exentas de hacer alguna de las tonterías que se hacen a estas edades)... en casa me tenía frita con ella a todas horas y mira que a mi me gusta casi de todo...
Pero me parece una postura absolutamente hipócrita y hasta histérica suponer que todo esto debe prohibirse cuando lleva ocurriendo desde los Beatles. Muchas abuelas que ahora se horrorizan y critican las locuras que hacen hoy los jóvenes, eran las que antaño se tiraban de los pelos y caían desmayadas y pisoteadas con ellos... ¡¡qué mala memoria tenemos!! para todo, desgraciadamente.
Lo siento tantísimo por esas familia que solo deseo que al menos en esta ocasión la memoria perdure en positivo y se extremen todas cuantas medidas sean necesarias para evitar más muertes. La juventud es demasiado preciosa para que cosas así la hagan desaparecer, pero es cierto... la muerte no tiene edad por desgracia, solo que estas duelen muchísimo ¡¡pobre gente Dios!!
Un beso muy graande JULIO y perdón por el desahogo. Fíjate, el otro día vi tu entrada y no pude decirte nada... lo tenía demasiado reciente en la cabeza.
Pues verás, María, desde mi punto de vista, sucesos como éstos tienen tantos matices que cada cual puede hacer hincapié y reflexionar en cada uno de ellos. He seguido las distintas etapas en que se han ido presentando. De todos ellos, pasados el cómo, el porqué y todo los que los medios iban ‘presentando’ a su modo, me he quedado y sigo sintiendo, el resultado final. En cierto modo lo demás, no quiero ahora removerlo más.
Estoy pensando en las jóvenes que han perdido de manera tan ‘absurda’ sus vidas, Tengo delante las tres caras primeras, Kati, sus despidas a su padre y el ‘papá, te quiero’ repetido, ya sin su madre a solas con su padre con su hermana, sintiendo el inmenso vacío. La cara feliz de Rocío junta a lo de su compañero antes de entrar en aquella ‘celda’ de Madrid Arena y de su amiga Cristina. A esas tres se añadió ayer la de Belén, la más joven, de 17 años, que se perdió de sus amigas y sus padres en Brasil por su trabajo. Toda una familia de siete hijos que a través de sus creencias, admitían la muerte con el apoyo de sus convicciones…
Hiciste muy bien no ver ni oír lo que lanzaban periódicos y televisiones. Siempre el mismo vídeo que nada aclaraba. Felizmente tu hija fue una de los miles que no sabían lo que estaba ocurriendo en aquel pasillo-túnel y darte el aviso cuando ya todo había terminado. Una grande y feliz suerte y comprender lo que eso puede suponer Aún siguen los sentimientos por estas cuatro y la quinta peleando en la UVI.
¿Los desahogos se perdonan o se agradecen?...
Gracias por haber expresado un hecho de esta trascendencia, Un abrazo fuerte para las dos y felicidades a toda tu familia.
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Debería hacernos recapacitar. Siento muchísimo que estas niñas no puedan saborear la vida desde edades más avanzadas, en la que se aprecia de una forma tan diferente; mucho más sabia...cada vez más, según me dicen, y es lógico pensarlo.
Al final, lo importante son pocas cosas. Desgraciadamente, a las que no les damos importancia muchas veces.
¿Sabes lo más increíble? ella que estaba allí no se enteró de nada de lo ocurrido hasta que salió. Todo es tan grande, tal cantidad de gente que lo que sucede en una esquina les pasa desapercibido al resto, de ahí que todo esto sea tan difícil de controlar. Las masificaciones de gente por el motivo que sea siempre entrañan riesgo, sea con motivo de un acontecimiento deportivo, musical o por el motivo que sea. Ella me comentaba que en este concierto efectivamente la falta de control fue más que evidente... no pedían el carnet a la entrada y en un momento dado aquello se llenó a rebosar...las cosas no suceden, hasta que ocurren ;-((
Ahora en unos meses se extremarán las medidas de control y pasado un tiempo toodo se volverá a relajar, los humanos somos así... olvidamos pronto las tragedias y solo recordamos cuando vuelven a repetirse.
Odio estos conciertos no sabes cuanto, en mi caso sé que a mi hija le apasiona este tipo de música y sé que tanto ella como su grupo de amigas son gente muy sana ( no exentas de hacer alguna de las tonterías que se hacen a estas edades)... en casa me tenía frita con ella a todas horas y mira que a mi me gusta casi de todo...
Pero me parece una postura absolutamente hipócrita y hasta histérica suponer que todo esto debe prohibirse cuando lleva ocurriendo desde los Beatles. Muchas abuelas que ahora se horrorizan y critican las locuras que hacen hoy los jóvenes, eran las que antaño se tiraban de los pelos y caían desmayadas y pisoteadas con ellos... ¡¡qué mala memoria tenemos!! para todo, desgraciadamente.
Lo siento tantísimo por esas familia que solo deseo que al menos en esta ocasión la memoria perdure en positivo y se extremen todas cuantas medidas sean necesarias para evitar más muertes. La juventud es demasiado preciosa para que cosas así la hagan desaparecer, pero es cierto... la muerte no tiene edad por desgracia, solo que estas duelen muchísimo ¡¡pobre gente Dios!!
Un beso muy graande JULIO y perdón por el desahogo. Fíjate, el otro día vi tu entrada y no pude decirte nada... lo tenía demasiado reciente en la cabeza.
Son muchos los pensamientos, las causas, las sensaciones, las lecciones después de reflexionar en los resultados.
Mucho se ha dicho y discutido sobre lo ocurrido, cómo y por qué ha sucedido. No sé si esa lección nos sirva para valorar lo que es la vida.
Cada edad y la maduración lo asimilará a su modo.
Buen domingo.
Estoy pensando en las jóvenes que han perdido de manera tan ‘absurda’ sus vidas, Tengo delante las tres caras primeras, Kati, sus despidas a su padre y el ‘papá, te quiero’ repetido, ya sin su madre a solas con su padre con su hermana, sintiendo el inmenso vacío. La cara feliz de Rocío junta a lo de su compañero antes de entrar en aquella ‘celda’ de Madrid Arena y de su amiga Cristina. A esas tres se añadió ayer la de Belén, la más joven, de 17 años, que se perdió de sus amigas y sus padres en Brasil por su trabajo. Toda una familia de siete hijos que a través de sus creencias, admitían la muerte con el apoyo de sus convicciones…
Hiciste muy bien no ver ni oír lo que lanzaban periódicos y televisiones. Siempre el mismo vídeo que nada aclaraba. Felizmente tu hija fue una de los miles que no sabían lo que estaba ocurriendo en aquel pasillo-túnel y darte el aviso cuando ya todo había terminado. Una grande y feliz suerte y comprender lo que eso puede suponer Aún siguen los sentimientos por estas cuatro y la quinta peleando en la UVI.
¿Los desahogos se perdonan o se agradecen?...
Gracias por haber expresado un hecho de esta trascendencia, Un abrazo fuerte para las dos y felicidades a toda tu familia.