Quod est veritas?

“DORRIBO EN BLANCO”

Comida de hermandad

Está acercándose al fin de su discurso por la vida y aún no comprende cómo funciona ese complejo ser al que llamamos ‘hombre’. Tratar de comprender lo ininteligible desde la propia visión, restringida, condicionada, partidista, limitada, es quizá tarea inabarcable. Creemos que lo entendemos todo y no hacemos más que quedarnos con la parte perceptible de nosotros mismos. Lo que vemos es sólo una pequeña parte, lo demás se nos escapa pretendiendo llegar a eso que llaman ‘Verdad’.

Dejemos la generalización y pasemos a lo concreto. Un periódico, no sé si otros también, destapa un ‘hecho’. Un individuo que de simple cartero ha ascendido al podio de los poderosos, se rodea de ‘amigos’, amasa una fortuna, dispone de decenas de coches y barcos, apadrina clubes, es sorprendido en un ‘descuido’ y ‘canta’, acusa, o se protege dando nombres con los que ha coincidido en banquetes, premios y gasolineras. Habla de cifras, ‘regalos’ y señala con el dedo el ‘blanco’. Algunos de los ‘nominados’, reconocen en parte las ‘verdades’ del antiguo ‘amigo’ y otros, u otro, niega la mayor, la menor y la mediana. Simplemente se refugia en la ‘verdad’ de los poderes judiciales, ad calendas....

Las perplejidades del Náufrago no están en el resultado final de estos embrollos, porque al final los resultados, después de varios años, sigue en el aire la duda de qué lado estuvo la verdad o como se reparten los trocitos de ‘verdades’ y ‘mentiras’. Todo queda en la misma ambigüedad con la que empezó. El modus operandi dejará que cada ‘trocito de verdad’ con su parte de ‘trocito de mentira’ que van y vienen durante años, se diluirán en la nebulosa del tiempo.

Lo que al Náufrago no le cabe en la cabeza, ni le cabrá y le hace sentirse fuera de este mundo es que los protagonistas de la farsa sean capaces de representar su papel, sin titubear, en el escenario de la vida. Mientras, los espectadores se entretendrán tirándose sus ‘verdades’ y ‘mentiras’ a la cara