La realidad del Ahora

APUNTANDO A LA DIANA

Aún faltan cuarenta días para asistir al parto de la montaña y ya está la prensa anunciando lo que hará o deberá hacer el ‘ratón’ que salga del parto. No tenemos bastante con las cucarachas que nos muestran cada día cuando ya están haciendo profecías ‘post partum’. Total, que si les hacemos caso, no nos queda tiempo para vivir, siempre mirando lo que ha pasado y lo que pasará.


Visto lo visto, el Náufrago cerró la página y sólo se quedó con la viñeta del humorista. Era lo único que le arrancaba una sonrisa y le hacía sentirse alegre viendo aquellos monigotes, sus caricaturas – nunca mejor dicho – y sus gestos. No era exactamente por la ‘realidad’ de los personajes a los que aludía, sino por el ‘cuidado’ con que el orador trataba de animar a unos padres que pudieran estar preocupados por lo se dice de su hijo. Les aseguro que sintió cierta ‘ternura’ en ese cuadro.

Y ya puesto a olvidarse de lo que nos rodea, invitado por el aliento de un comentario sobre una entrada anterior, decidió insistir en volver a regalarse, una voz, un escenario de oro, unos movimiento de brazos y caderas sensuales y el silencio azul de miles de personas escuchando. De nuevo Diana Navarro subía al escenario, se persignaba e inundaba la noche de Salamanca con una canción que ha escuchado decenas de veces y siempre, siempre esa voz le ha creado una almohada de sosiego y de nostalgia de la buena.

Como decía alguna comentarista tras su actuación: “La voz de Diana Navarro apunta al centro del corazón, te lo acaricia y no lo suelta, luego, cuando te deja, sientes la ausencia de esa voz para siempre" (Anima Nostra)

Comentarios

Goyo ha dicho que…
Entre Diana Navarro y Alfredo, del que por cierto me he librado esta mañana de aguantar aunque ha prometido que volverá, me quedo con la cantante...

Nos quedan días muy largos. Cuando me toque ir a algún mitin... pensaré en ti.
Douce ha dicho que…
Pues sí, Goyo, tienes muy buen gusto:-) Entre el uno y la otra, no hay color. A mí, Alfredo me da un pelín de repelús por su físico y sus ademanes reiterativos. Esa cara, sobre todo en la pluma caricaturesca de Guillermo me asusta más, politequerías aparte.

Tener que aguantar estos 'sermones' mortíferos treinta días más puede ser ' letal de la muerte'.

Por favor, acuérdate de mí cuando quieras...¡ En los mítines, NO!. A menos que sea porque me ponen muy malito aunque no haya ido a ninguno en mis treinta y tantos años de votante sufridor...

¡Suerte y ánimo!
Campurriana ha dicho que…
Yo también me quedo con Diana. Alfredo me da grima.

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