iJobs, el Hombre

DISCURSO DE STEVE JOBS EN STANFORD, 2005

Debo de confesar que no tenía intención de sumarme a las millones de necrológicas que habrán llenado páginas de periódicos, telediarios, comentarios en las redes sociales y demás divulgadores de noticias. Confieso también que apenas conocía al coautor de ese mundo que se llama Appel y toda la familia Mac junto a los “i”: iPad, iPhone e iPod... Nunca he sido “i”, ni Mac, y no por no desearlo, sino por razones ‘perezosas’ de no cambiar lo ya medio aprendido y también, todo hay que decirlo, por asuntos pecuniarios. No me han movido a detenerme en él, en Steve Jobs ni esos “i” o ‘Mac’, me he detenido en Steve, ‘el hombre’.

Lo que me ha empujado a escribir este obituario ha sido el discurso que encontré “En el país de las últimas cosas”. Lo escuché dos veces, me detuve en cada una de sus frases, reflexioné sobre algunas, y las guardé para de vez en cuando recordarlas. No es el Jobs, soñador, luchador, adelantado a su tiempo, sufridor, entusiasta, el que me sedujo, sino el hombre y su concepto de la vida. Nunca compraré ningún ‘iphone’ porque no aspiro a ello, ni lo necesito, pero sí recordaré y reflexionaré sobre su filosofía de vida:

• “Si hoy fuera el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que estoy a punto de hacer hoy?”
• “Recordar que moriré pronto constituye la herramienta más importante que he encontrado para ayudarme a decidir las grandes elecciones de mi vida”
• “No se dejen atrapar por dogmas – es decir, vivir con los resultados del pensamiento de otras personas. No permitan que el ruido de las opiniones ajenas silencie su propia voz interior.
• “Permanezcan hambrientos. Permanezcan descabellados
  
  ***

Steve Jobs discurso 

View more documents from Douce.