Del SPA y otros 'chorreos'
TEMPUS OMNIA CURAT
Definitivamente la mañana se había empeñado en amanecer lluviosa y no era cuestión de ir a la playa. Pero siempre quedaba en la recámara la piscina. Así que cogió los aperos natatorios y se fue al gimnasio-piscina.
Antes de hacer algunos largos como un Phelps cualquiera, ahora que estamos tan olímpicos, se dirigió al SPA por aquello de Salus per Acqua. Y a fe que sus cervicales y supraespinosos lo necesitan. Apretó el botón y enseguida surgió un amplio chorro de agua que le cubría toda la espalda mientras la masajeaba. Cuestión de distender la zona
Después de un rato, cuando juzgó que el agua había cumplido su masaje terapéutico, apretó del nuevo botón para dar concluida la sesión. Fue entonces cuando el vecino de la izquierda, con voz airada, farfulló algo que no llegó a entender bien por el ruido del grifo, pero en su rostro, en su mirada y en sus gestos se leía enfado e indignación. Pronto supo que el motivo era que el vecino estaba esperando a que acabara, cosa de la que él, absorto en el chorreo (del agua), no había advertido.
Comprendido el motivo del enfado, trató de explicar al airado interpelante, con la mayor tranquilidad que pudo, que no sabía que él estuviera esperando y que de todas las maneras si se lo hubiera pedido y con otros modales, le habría cedido el puesto. La respuesta no sirvió de mucho. A su interlocutor, le resultaba difícil cambiar de actitud y seguía en sus trece. Así que prefirió no inmutarse más de la cuenta porque cuando se nos sueltan los cables lo mejor es que el tiempo y no más provocación los devuelvan a su sitio. Así que por su parte dio por terminada la trifulca.
Algo incómodo aún, pero contento por no haber entrado más al trapo que lo justo para exponer sus razones, se dirigió hacia los otros ‘chorritos’ - eran tres de los que su vecino podría haberse surtido- y terminó de digerir el ‘exabrupto’ del colega. Todo pasó a un segundo plano, pero siguió pensando en qué irritada anda la gente, incluso cuando acude a un sitio para relajarse. Cosas veredes
Definitivamente la mañana se había empeñado en amanecer lluviosa y no era cuestión de ir a la playa. Pero siempre quedaba en la recámara la piscina. Así que cogió los aperos natatorios y se fue al gimnasio-piscina.
Antes de hacer algunos largos como un Phelps cualquiera, ahora que estamos tan olímpicos, se dirigió al SPA por aquello de Salus per Acqua. Y a fe que sus cervicales y supraespinosos lo necesitan. Apretó el botón y enseguida surgió un amplio chorro de agua que le cubría toda la espalda mientras la masajeaba. Cuestión de distender la zona
Después de un rato, cuando juzgó que el agua había cumplido su masaje terapéutico, apretó del nuevo botón para dar concluida la sesión. Fue entonces cuando el vecino de la izquierda, con voz airada, farfulló algo que no llegó a entender bien por el ruido del grifo, pero en su rostro, en su mirada y en sus gestos se leía enfado e indignación. Pronto supo que el motivo era que el vecino estaba esperando a que acabara, cosa de la que él, absorto en el chorreo (del agua), no había advertido.
Comprendido el motivo del enfado, trató de explicar al airado interpelante, con la mayor tranquilidad que pudo, que no sabía que él estuviera esperando y que de todas las maneras si se lo hubiera pedido y con otros modales, le habría cedido el puesto. La respuesta no sirvió de mucho. A su interlocutor, le resultaba difícil cambiar de actitud y seguía en sus trece. Así que prefirió no inmutarse más de la cuenta porque cuando se nos sueltan los cables lo mejor es que el tiempo y no más provocación los devuelvan a su sitio. Así que por su parte dio por terminada la trifulca.
Algo incómodo aún, pero contento por no haber entrado más al trapo que lo justo para exponer sus razones, se dirigió hacia los otros ‘chorritos’ - eran tres de los que su vecino podría haberse surtido- y terminó de digerir el ‘exabrupto’ del colega. Todo pasó a un segundo plano, pero siguió pensando en qué irritada anda la gente, incluso cuando acude a un sitio para relajarse. Cosas veredes
Comentarios
Buen día de MIERCOLES!!
:-) :-)
Y así se nos pasa la vida. Por otra parte, el bien más preciado que tenemos.
Felices noches, isleños.
Ya sabes. Cosas del directo.
;)
Te había reconocido perfectamente y no quiero dármelas de adivino. Tampoco son tantos o tantas las que dejan comentarios en la isla para no saber quien deja aquí sus pensamientos.
Tan cierto como que vivimos en una sociedad neurotizada, nerviosa, irritable.
¡Necesitamos tanto apaciguarnos un poquito...!
Como decía Serrat 'tu nombre sabe a hierba'... y a 'mar':-)
Que disfrutes de un día lleno de serenidad