Desde Olimpia hasta Beijing

TEATRO CHINO

En esta ‘aldea global’ del señor McLuhan, por más que te recluyas en una isla las noticias de lo que en ella ocurren sacuden hasta a los cocoteros. Esto quiere decir que el Náufrago por mucho que se aísle está al tanto de lo que ocurre en Beijing, Quingdao, Tianjin…, ciudades muy chinas todas ellas, de las que hasta anteayer no tenía noticia.

Estos juegos llamados ‘olímpicos’ aunque hace muchos siglos que no se celebran en Olimpia, son un excelente telón de fondo, una especie de opio oriental que viene muy bien a los políticos. Mientras el personal esté entretenido en los chiringuitos de las playas, las monsergas televisivas, las medallas y los desfiles, se olvida del paro, de la crisis, del petróleo, el euribor, lo que suben los limones y demás desaguisados que esperan a septiembre. Siempre el ‘panem et circenses’ sirvió de adormidera de las masas.

Llama también la atención la pleitesía que rinden al anfitrión los que otrora, o sea anteayer, amenazaban con boicots y no sé cuántas cosas, y donde ayer dijeron ‘digo’, hoy dicen ‘diego’ desde las tribunas mientras aplauden el desfile de los suyos. Hay otros que ni siquiera abrieron la boca, andan por ahí de veraneo y hasta hacen recomendaciones de ‘a callar y ser buenos chicos’. Y es que la política es así: mucho cacareo y pocas nueces que hay mucho en juego.

En estos juegos prima el negocio de los unos y de los otros. Ni siquiera sirven, como los antiguos, para que cesen las guerras y hacer un alto en las desavenencias. Y mientras unos celebran triunfos y gestas deportivas, los carros rusos se pasean por Tsjinvali (Osetia del sur), los médicos y las enfermeras atienden a los heridos en los sótanos de los hospitales, y las madres georgianas escapan de sus casas destrozadas con sus niñas en los brazos…

Ya no entona Píndaro sus odas y epinicios celebrando la victoria de los héroes. Ya no se celebran los triunfos con odas y poesía.



Comentarios

Campu ha dicho que…
¡Cuánta razón tienes, Náufrago!

Pero, tranquilo, la sangre de Georgia no llegará al río...
:(
Anónimo ha dicho que…
¡Ay,Campurriana! ya nos gustaría que la sangre de Georgia y la de otros sitios no llegaran a ningún río, ni a mar alguno... Ya es bastante que llegue a los sótanos de los hospitales.

¿Estamos locos, o lo somos? A veces me resulta difícil distinguir entre 'ser' y 'estar'
Campurriana ha dicho que…
No llegará al río de las Olimpiadas, me refiero...

Pan y circo al pueblo, como decían por ahí, y todos contentos con un pañuelo sobre los ojos para no ver esos escasos minutos del telediario dedicado a las víctimas de una guerra que habita con nosotros. Muy cerca.

En fin, incongruencias varias en este mundo de colores y sangre roja.

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