Lenguaje materno

LAS VERDADERAS RAÍCES DEL LENGUAJE

No sabe muy bien por qué en una conversación amistosa surgió una palabra que su madre empleaba en determinadas circunstancias. Por ejemplo, llegado el verano, había que ‘desalojar’ un poco la casa. En una familia con seis hijos, sin ‘veraneo familiar’, la solución estaba en ‘empuntar’ por lo menos a los dos mayores y aliviar de este modo las tareas caseras. “Empuntar”, la palabra clave que su interlocutora no conocía.

El DRAE, en su segunda acepción, lo recoge así: “2.tr. Sal. Despedir, echar a alguien por molesto”. Como se puede ver es un salmantinismo y el sentido en boca materna era ése: echar a alguien por molesto. En la realidad sonaba aún con más fuerza la sensación de hartazgo y necesidad de un poco de paz y descanso. El ‘empunte’ tenía normalmente como destino zonas rurales, en casa de familiares o de amigos donde el empuntado gozaba también de más libertad durante un mes o mes y medio y hasta los dos meses de verano.

Esta palabra ‘recuperada’ después de tantos años de no ser ‘empuntado’ a ninguna parte, trajo a otras palabras con especiales resonancias emocionales. Tras empuntar, surgió otro vocablo ligado a la infancia y que no había vuelto a oír: “empapuzar”. Tampoco su amiga la conocía. La palabra sonaba, enojada, a la hora de determinadas comidas. Como queda dicho, la familia era numerosa, cada dos o tres años aumentaba. Con el incremento familiar, como es natural, llegaba la hora de la comida de los bebés, niño o niña.

Siendo el mayor es normal que le tocara asistir más de una vez al rito alimenticio, en calidad de ayudante o de mero espectador. No todos los bebés aceptaban la tradicional papilla con igual apetito. Había alguna niña particularmente especial a la hora de rechazar la comida. Era entonces cuando se agotaba la paciencia maternal, aumentaba el nerviosismo y la impotencia y resonaba en aquella cocina un sonoro:
- “¡Abre la boca o te lo empapuzo!”
Cuánta desesperación, cuánta impotencia, cuánta rabia contenida tenía aquella palabra que aún resuena en sus oídos con la misma fuerza, con la misma ira que todavía consigue estremecerle un poco.“Empapuzar” por si alguien aún no llega a alcanzar su significado a pesar de lo gráfico del contexto, significa, según el diccionario: (de En- y papo, buche) “Hacer comer demasiado a alguien”

En estos casos la fuerza está más en el ‘hacer comer’ que en el ‘demasiado’.

(Continuará con otros vocablos… Probablemente)

Comentarios

Sylvia Otero ha dicho que…
Gracias por hacerme conocer TRES palabras nuevas.

Las que traes de tu memoria infantil que me encantaron, sobre todo empapuzar, ya que me imagino al nino/a empapuzado y también salmantinismo que buscaré ahora en el DRAE.

Feliz tarde de domingo!
Anónimo ha dicho que…
Hola, Sylvia

Quizá la palabra 'salmantinismo' no la recoja el DRAE.

En realidad serían aquellas palabras del dialecto 'leonés', propias de la provincia de Salamanca.

Debería haberla puesto entre comillas. No sabía que no la recogía la Real Academia.
Anónimo ha dicho que…
Muy interesante, aunque lo he leído de "respabilón", porque me voy a recoger a mi retoño.

:o)

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