Palabras a mí mismo

En 1968 Hugh Prather preguntó a su mujer si con su sueldo de maestra podrían sobrevivir ambos para que él pudiera ponerse a escribir. Ella dijo que sí. En este periodo sabático, Prather escribió su primer Libro: "Notes to Myself" (Palabras a mí mismo). Hugh y su mujer Gayle vivían en Berkeley, en pleno movimiento hippie, ellos optaron por vivir el ideal contestario “vivir a su manera", a su modo. Se trasladaron a un rancho de Colorado y allí Hugh acabó su manuscrito.

Son palabras del propio autor: Palabras a mí mismo era básicamente un montón de páginas amarillas (al que yo llamaba mi diario) donde acudía a resolver mis asuntos, escribía mis penas, problemas y el profundo deseo de descubrir algún tipo de verdad. En muchos fragmentos especulaba, pero al esforzarme en ser honesto conmigo mismo, a veces acertaba. Desde que escribí “Palabras a mí mismo”, creo que eso es lo que he tratado de hacer: vivir las propuestas que el libro ofrece”

Todo lo que había escrito durante dos años, había sido rechazado, hasta que un día recibió la respuesta de una pequeña editorial de California que hasta entonces sólo había publicado tres Libros. La carta le llegó dos días después de enviado el manuscrito. En principio pensó que se trataba de un rechazo más, luego descubriría que la noche anterior , después de leer el libro, el editor había ido directamente al buzón para echar la carta de aceptación

Aquel pequeño diario, escrito en un estilo directo y sencillo, se convirtió enseguida en un best seller en todos los Estados Unidos. Desde entonces se han vendido millones de ejemplares, en más de 10 idiomas, de su "Palabras a mí mismo".

Este es un relato de su caminar hacia el ser un hombre. No es frecuente que alguien, mirándose a sí mismo con honestidad, se comunique honestamente con el lector, como lo hace Prather.


LOS DEMÁS Y YO
* Los demás no quieren que esté siempre
de acuerdo con ellos. Verían esto como falso.
Pueden percibir que quiero controlarlos:
estoy de acuerdo con ellos para caerles bien.
Ellos sienten: ''No quiero existir para que me gustes: no existo para que me caigas bien."
*Si alguien me critica
más que una crítica a mí, es un despliegue
de su pensamiento crítico.
Está revelando sus pensamientos y emociones
no mi ser .
*Si dejo que mis emociones
se apoyen en las afirmaciones del otro,
me estoy colocando en sus manos.
*Me decía lo mal que le había tratado.
Pero sus emociones musitaban.
-"Comprende como me siento".
- "Por favor, acepta lo que siento".
*No quiero escuchar lo que dices.
Quiero sentir lo que quieres decir.
*A veces las emociones más profundas
se expresan con palabras irracionales.
*El núcleo de toda conversación
es una llamada a la emocionalidad
*Quiero que seas capaz de decir cualquier cosa.
Incluso aquello que no quieres decir.
*El silencio, a veces, puede indicar confianza,
respeto mutuo, reconocimiento
de que tú y yo somos diferentes,
de que vivimos y dejamos vivir.
*Las palabras pueden significar
que quiero convertirte en mi amigo
y el silencio puede significar que ya lo eres.
*Para que la comunicación sea tal
debe estar viva. Tienes que ir
más allá de "ti y de mí"
y alcanzar el "nosotros".
*" Tu deberías" significa "yo quiero"
¿Por qué no decirlo entonces así?
Cuando digo "tú deberías",
eludo mi compromiso.

*- "Todo lo que deseo de ti
Es que me aceptes como soy".
- "Sí, y todo lo que yo quiero de ti,
es que aceptes mi no aceptación".

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Si yo tengo que aceptar que tú no me aceptes como soy, resulta que yo sí tengo que aceptarte como eres. Sin embargo, tú no me aceptas a mí como yo soy.

Parece enrevesado, pero la conclusión me resulta obvia: tú crees que tu posición y, por tanto tú también, es mejor y más válida que la mía o que yo. Un punto de vista egoista que debería implicar el tomar caminos distintos para no tener que aceptar nada, si al hacerlo se debe renunciar a algo tan valioso como lo que se acepta.

¿De verdad este señor se entendía bien cuando se decía esas palabras a sí mismo?
Debo ser muy corta, o se me escapan algunas profundidades profundísimas.
Anónimo ha dicho que…
Creo que tienes razón. Tampoco yo he acabado nunca de entenderla.

Fue una selección que hice creo que hace tres o cuatro años cuando leí el libro por primera vez y no sé de verdad por qué la escogí. Quizá pensando que encerraba algún 'misterio' que a mí se me escapaba.

He vuelto a buscar en el libro las dos frases y ver en qué contesto aparecían. Y la he encontrado.

Quizá lo único que le da un cierto sentido, y no del todo, es que ambas frases aparecen separadas, no como una réplica, sino frases dichas en momentos distintos y no forzosamente la respuesta de una persona a la otra.

Enfin, una explicación no demasido convincente.

Feliz día.
Anónimo ha dicho que…
Y ya de paso, corrijo la ortografía... que también merece su respeto.

- Donde escribí 'contesto', quise escribir 'contexto'.

Debió ser por las prisas;-)

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