Por un Sáhara libre II

AMINETU

El autor de esta ‘herida y bálsamo’, Fernando Llorente, es un visitante asiduo de los campamentos de refugiados saharauis. Conoce muy bien la historia y la vida de estas gentes. El año pasado pasó varias semanas conviviendo y visitando distintas wilayas o campamentos. El resultado y el objetivo de este viaje era dar a conocer los sentires profundos de este pueblo que sigue resistiendo y soñando con el retorno a su país de donde fue expulsado violentamente.

He aquí uno de los relatos, extraido de su libro “Heridas y bálsamos”. Saharauis: espíritu de resistencia

La vida es crédito,
No se adquiere fácilmente

(Proverbio saharaui)

Aminetu es una mujer muy delgada. Lo sería, incluso, aunque no fuera saharaui. Sus flacos brazos, alternan movimientos nerviosos y dislocados, acordes con su temperamento, con delicados y armoniosos ademanes, practicados en la disciplina del grupo de cantos y bailes tradicionales, del que forma parte como voz y bailarina solista.

Aminetu trabaja en la guardería de la daira (1) Gleiba El Fula, de la wilaya (2) Dajla. Cuando nació su única hija, hace nueve años, se divorció. No ha vuelto a casarse.

Al ser sólo dos de familia, cuando se distribuye la ayuda alimentaria, el arroz garantiza a madre e hija 7 u 8 cenas, y la harina les permite cocer pan durante una quincena. Si llegan lentejas, y se saben administrar, el almuerzo de 7 u 8 días esta asegurado. Entonces, pueden optar entre almorzar y cenar 7 u 8 días, seguidos o alternos, dándose una "panzada" cada día; o bien almorzar, sin cenar, 7 u 8 días, o cenar 7 u 8 días, sin almorzar. De esa manera, comerían una vez 14 ó 15 días, y, si alternos, llegarían a fin de mes. Los desayunos se satisfacen con pan y leche.

Como algunas mujeres saharauis, Aminetu ha abierto una "tienda de comestibles". En una de las paredes del beit (3) ha colocado unas inestables baldas, que exhiben laterío -mermeladas, judías verdes, atún, margarina ... -, huevos, agua, leche, refrescos, que se han de tomar del tiempo, o sea, muy calientes en verano, calientes en primavera y otoño, y fríos o muy fríos en invierno.

Y poco más. Aminetu carga en sus brazos la mercancía desde el mercado hasta su casa. De este modo, la economía familiar se ve mínimamente aliviada, a cambio de proporcionar alguna comodidad a vecinos más ‘acomodados’.

Al día siguiente de mi llegada a la wilaya, por la mañana fui al “establecimiento” de Aminetu para saludarla y comprar cuchillas de afeitar desechables. El paquete costaba 60 dinares (0,66 euros). Me los regaló como muestra de bienvenida.

- No conviene exagerar en nada, en generosidad tampoco – yo no sabía cómo pagarle las cuchillas.

- Nunca es bastante, y siempre es buena consejera – me cayó la boca.

Aminetu gana 500 dinares, algo menos de 6 euros, al mes, por su trabajo en la guardería.

Cuando los cobra.

1.- Daira: Municipio
2.- Wilaya: Campamento o provincia.
3. -Beit: Habitación construida con bloques de arena y agua secados al sol.

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