Perrerías y gaterías

By DOUCE

Pues nada, que este papá mío se ha empeñado en no respetar mis horas de descanso veraniego. Estaba yo disfrutando tranquilamente de mi siesta estival cuando interrumpe mi solaz enseñándome unas curiosidades de perros y gatos. No contento con ello, se empeña en que le dé mi parecer, so pretexto de que soy parte ‘contratante’. Y aquí me tienen interrumpiendo mi reposo vespertino para hacer de comentarista. Menos mal que pienso sacar provecho, disfrutando luego de un largo y merecido garbeo.

Lo que está claro en estas monerías perrunas y gatunas es que con el pretexto de que somos ‘mascotas’, además de compañeros y confidentes tenemos que ser bufones y servirles también de regocijo y diversión con nuestras ‘monadas’, valga la metáfora.

Vayamos al grano. Viendo estas ‘gaterías’ y ‘perrerías lo primero que me llama la atención es que mis colegas los felinos siguen yendo por libre y ellos solitos se meten en los fregaos y alguna vez salen de la bañera escaldados o se suben a los cactus y se pinchan, saltan, calculan mal la distancia y se pegan el morrazo, caminan por una cómoda y no saben cuando termina... y todo esto, ellos solitos.

Nosotros solemos ser más sociables y a menudo metemos la pata en compañía. Y no siempre la culpa es nuestra, sino de las que nos tienen atados a la pata de su silla o de su carricoche o cualquier otro artefacto semoviente. En esas circunstancias es normal que arramblemos con todo y nos llevemos todo por delante ante el primer estímulo que reclame nuestra atención.

Por otra parte, nosotros perpetramos nuestras ‘perrerías’ más al aire libre: en la calle, el jardín, la playa o en el campo. Ellos, los gatos, son actores más domésticos y las faenas las hacen en casa: se suben a las lámparas, salen por debajo de las puertas o entre el sofá, trepan por una pierna del ama de casa para participar en las tareas culinarias... Pocas veces se les ve trabajando o haciendo faenas en equipo. Nosotros saltamos juntos, participamos en los juegos de los niños, paseamos cuatro llevando el mismo palo en la boca, o hacemos monadas –bueno, perrerías – al unísono.

En fin, que ya está bien, que yo he cumplido y se ha acabado de que me utilicen de comentarista, porque lo que hay que ver está más claro que el agua. Los perros y los gatos nos divertimos como sabemos. Yo ahora voy a prepararme para el paseo. Así que ¡guau! y hasta pronto. ( A mí, no me pillan en otra)

DOUCE









Comentarios

Campu ha dicho que…
Y el otro día hablaba con una amiga sobre gatos y perros...
La elegancia del gato frente al gracioso modo de desfilar de algunos perritos rechonchos...

Definitivamente, me quedo con el más patoso.

Felices sueños.
Anónimo ha dicho que…
Sin menospreciar la elegancia, también me atraen más ciertas 'torpezas'

Boas noites
Campu ha dicho que…
Todo hay que decirlo, Náufrago: esa belleza de los felinos impresiona. Incluso me relaja verlos tan silenciosos y tan engreídos.

Eso sí, me sigo quedando con los perritos por su fidelidad y por su cariño casi incondicional.

Felices noches y sigo disfrutando de tu saloncito...

Firmado: una de esas invitadas pesadísimas...jeje
Anónimo ha dicho que…
Ninguna 'invitada' es 'pesadísima. Siempre es bienvenida.

El salón está abierto para el que quiera visitarlo, aunque sólo sea para decir un 'boas noites'

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