La muerte anunciada de un bloguero

ALEJANDRO AURA

Me había propuesto no escribir más por hoy en este blog. Daba por completada mi 'curación' expresiva, pero echando una ojeada a la prensa digital me encontré con este titular:"Fallece el dramaturgo Alejandro Aura" Mexicano, tenía 64 años y escribió en su 'blog' hasta el último día de su vida.

Estas simples palabras hicieron que me interesara un poco más por un "dramaturgo, poeta, escritor, guionista, actor, gestor cultural, promotor de lectura, y finalmente bloguero sin descanso..." al que no conocía. Leí su último post, escrito el 29 de julio:
"Querido todos, nos tuvimos que encerrar en el hospital. No teníamos internet y se me perdió por completo el orden del pasar del tiempo. Por fin Milagros (su mujer) lo conectó. Mañana les contamos cómo anda la cosa".
Ayer, un día más tarde, fallecía a las 4 de la tarde. En su blog alguna mano amiga reescribió su poema de DESPEDIDA

DESPEDIDA

Así pues, hay que en algún momento cerrar la cuenta,
pedir los abrigos y marcharnos,
aquí se quedarán las cosas que trajimos al siglo
y en las que cada uno pusimos nuestra identidad;
se quedarán los demás, que cada vez son otros
y entre los cuales habrá de construirse lo que sigue,
también el hueco de nuestra imaginación se queda
para que entre todos se encarguen de llenarlo,
y nos vamos a nada limpiamente como las plantas,
como los pájaros, como todo lo que está vivo un tiempo
y luego, sin rencor, deja de estarlo.

...

Lo que queda no hubo manera de enmendarlo
por más matemáticas que le fuimos echando sin reposo,
ya estaba medio mal desde el principio de las eras
y nadie ha tenido la holgura necesaria para sentarse
a deshacer el apasionante intríngulis de la creación,
de modo que se queda como estaba, con sus millones,
billones, trillones de galaxias incomprensibles a la mano,
esperando a que alguien tenga tiempo para ver los planos
y completo el panorama lo descifre y se pueda resolver.
Nos vamos. Hago una caravana a las personas
que estoy echando ya tanto de menos, y digo adiós.

Al leer cada una de sus palabras, cada uno de sus versos, era como sentir una sacudida, una emoción, un estremecimiento, una dolorosa confidencia, una mirada, una mano extendida, una lección de vida y muerte

Comentarios

Campurriana ha dicho que…
Triste y bellísima entrada, Náufrago. Un bonito homenaje a un hombre de vida al que yo tampoco conocía...

Entradas populares