Palabras para un Arzobispo

Reverendo Javier Martínez , ilustre Arzobispo de Granada, creo que ha ido un poco lejos en sus afirmaciones de "objeción de conciencia y desobediencia civil", durante esa conferencia de tan bello como utópico título: "La educación imposible: El reto y la belleza de educar en nuestro contexto cultural". Se nota que el pensamiento Alicia del señor ZP también llega a la Iglesia o no sé si fue Ésta la que se lo enseñó a nuestro Presidente, que también nos habla de 'paraísos de paz'.

Estoy de acuerdo con usted que esta ley , también de hermoso título: "Educación para la ciudadanía" puede servir de Catecismo como el que ustedes utilizan para formar a sus ovejas y llevarles al redil de la Iglesia. Todo el mundo sabe que todos los poderes buscan catecúmenos: los políticos, los eclesiásticos, los ideológicos, los partidos. La infancia , la juventud y hasta la inmadurez es terreno abonado para implantar semillas que darán su fruto de docilidades, temores a salirse de las normas, renuncia hasta a las propias dudas.

Es cierto que tras de ese pomposo título, los que defienden esa 'materia' tienen fáciles argumentos que presentar y ya se han oído las primeras voces enfrentado dos principios , ambos válidos. Usted considera que es una "verdadera invasión de un derecho fundamental de los padres", ellos le contestan, también llenos de razón política :"es un 'hecho grave' que se incite a la desobediencia contra una ley que ha sido aprobada por el Parlamento español."

Le voy a dar mi opinión. Ayer mismo comenté en esta bitácora que no se educa con palabras, con textos, aunque no niegue que haya quien no pueda reprimir su necesidad de adoctrinamiento - algo que han hecho ustedes durante muchos años, qué digo años, siglos - pero sigo convencido de que un profesor enseña , mejor o peor, su materia, pero lo de 'educar', si es que eso se produce, educa fundamentalmente con lo que es, no con lo que dice. Y quiero tranquilizarle un poco. Con esa asignatura u otra, los que quieren 'adoctrinar' ya lo hacen. Y no sé si son muchos o pocos los que tratan de no hacer proselitismo. Confíe también un poco, sólo un poco, en el criterio de los alumnos. No todos son tan tontos. No lo han sido muchos de los que ustedes catequizaron.

Comentarios

Enrique Gallud Jardiel ha dicho que…
Es curioso que la Iglesia use ahora las mismas armas que condenó en su momento. Es obvia su doblez. En cuanto a lo que se debe enseñar o no, yo creo que decir que los padres tienen derecho a opinar es algo teóricamente bonito pero erróneo. El sistema de educación no lo hacen los padres, sino los ministerios. Aunque yo opine que las matemáticas son nocivas en la educación, me tendré que aguantar con que se las enseñen a mis hijos. Nadie les dará una educación a la carta. Con la religión pasa igual. Antes los gobiernos la imponían y los padres se aguantaban. Si ahora la eliminan, a los padres les toca aguantarse.

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