Mis labios y tu boca

Hoy, cuando en los periódicos leemos que 200 saharuis se han subido también a las pateras para escapar de la represión política y de la barrera de hambre que Marruecos ha puesto en torno a los campamentos saharauis, para ver si así consigue ahogar su afán de patria y subsistencia, me llegan estas bellas, pero duras reflexiones. Son pe(n)sares , o mejor, sentires, de un amigo buen conocedor de la realidad de este pueblo, por haber compartido con él la soledad y la hospitalidad del desierto. Los versos que han motivado este texto-grito no pueden ser más dolorosamente hermosos.
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Un beso,
solamente un beso,
separa
la boca de África
de los labios de Europa 1



"Estas palabras de un amigo, poeta saharaui, me retumban en la cabeza cuando escucho las noticias de la televisión que hablan un día sí y otro también de pateras hundidas y africanos ahogados en nuestras costas.

¡Qué estrecha es nuestra Europa!, no se deja besar; cuando la boca de África se quiere acercar a nuestros labios, previamente endulzados por esos paraísos que las ondas envían hacia el sur, damos un paso hacia atrás, como una chica timorata en los viejos guateques.

Claro, ya no nos acordamos de cuando éramos nosotros los que queríamos conquistar, nuestros labios buscaban la boca de África: ansiosos, enamoradísimos de su belleza, no nos conformamos con robarle unos cuantos besos, qué va, nos la comimos a mordiscos de codicia, le lanzamos dentelladas de injusticias y atrocidades. Y a eso los españoles, los franceses, los ingleses y demás europeos lo llamamos colonización: eso sí, como recuerdo les dejamos en su boca nuestra mancha del carmín de progreso y civilización.

Y de América, ni hablemos, allí pasamos de preliminares amorosos, nada de besitos, fue una violación en toda regla; eso sí, luego nos confesábamos y todos al cielo, al cielo europeo, blanco, claro.

Y ahora nos hacemos los estrechos porque los africanos en pateras y los americanos en Barajas, como espermatozoides nadando en proceloso mar, sólo intentan llegar a nuestro óvulo (ni siquiera quieren fecundarlo, sólo llegar).

¡Pues que nos jodan!, nos lo tenemos muy merecido"
.
Javier Bonet

1 : Limam Boicha: Los versos de la madera. Editorial Puentepalo

Comentarios

Enrique Gallud Jardiel ha dicho que…
La historia de Fleming me ha conmovido. En realidad, la vida es la suprema creadora de asuntos y cuando los sucesos se concatenan en causalidad (que no casualidad) parece que el universo puede que tenga sentido, a fin de cuentas.

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