Si algún día la vida...


Si algún día la vida no les sabe a nada... 
o peor, piensan que no vale la pena  vivirla, 
que todo les aburre... 
o peor, les duele el alma 
y el corazón les parece un corcho que no siente nada... 
o peor, les parece que se les rompe... 

Traten de ver el corazón de la Naturaleza:
una hoja de trébol, 
una flor dialogando con una abeja,
un gorrión que picotea,
una hormiga cargada que se dirije a casa,
una mariposa que abre y cierra sus alas,
un árbol al que el viento acaricia su copa... 
O miren arriba, hacia el cielo que les parece inmenso, 
las nubes  que dibujan miles de cuadros distintos...

Y si eso no ha sido suficiente, miren este 'cestito' que cuelga en la rama del árbol y cuando le hayan visto, esperen un rato. Miren esos cuatro huevos que esperan... Guarden un poco de silencio... ¡chissst! Llega alguien para darles el amor que despierta la vida. Sigan ahí mirando, no tengan prisa. Pueden venir todos los días... Vean como se repite la VIDA.

EL PETIRROJO

Comentarios

Campurriana ha dicho que…
La vida sigue...me ha gustado esta entrata también, Náufrago. Imagino a la hormiga con el peso que soporta tantas veces el de ella...
A veces pienso que nosotros cargamos con el mismo peso aunque no sea físicamente...

Bufff
Douce ha dicho que…
Sí, Campu la vida sigue, desde hace miles de millones de años y seguirá existiendo, supongo.


Debe de ser la edad, pero cada vez me fijo más en esta Naturaleza en toda su amplitud y realidad. Rodeados de cosas, de acontecimientos, de seres, de situaciones, a veces somos incapaces de 'ver' y sentir lo que nos enseñan plantas, animales, elementos. Son verdaderas lecciones de vida y manera de afrontar la nuestra.

Desde la planta más simple al comportamiento de Douce, todos los días aprendo con los mejores maestros.

Sé que todos lo necesitamos. Pero para esos momentos también tienen su lección.
Sylvia Otero ha dicho que…
Ayer fui a una reunión de meditación y enseñaban a experimentar el momento.

Creo que eso es lo que tenemos que hacer todos.

Me encantó tu prólogo.

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