Una visita al psiquiatra
LOS MEDIOS Y LA SALUD MENTAL
Pues resulta que esta mañana se le ocurrió al Náufrago hacer una visita al psiquiatra. Llamó al timbre y salió a abrirle el propio doctor. Le extrañó que no hubiera secretarias que pudieran haber abierto y que él mismo le mandara pasar al despacho. Aunque eran las once de la mañana la sala de espera estaba vacía cuando en otras ocasiones estaba llena. Entró directamente, el doctor le indicó que se sentara, mientras dejaba encima de la mesa el periódico que estaba leyendo. En una parte de la mesa tenía apilados otros cuantos periódicos del día. Se quitó las gafas de leer y preguntó al paciente sin demasiado interés cuál era la causa de su visita. Pues verá doctor, últimamente me encuentro muy deprimido, no logro concentrarme, tengo la autoestima por los calcañares, me siento como una cucaracha, no entiendo este mundo. Precisamente, esta mañana al levantarme, vi una decena o más de portadas de periódicos a través de Internet y aumentó mi ansiedad porque no entendía nada, todo era confusión.
- No se preocupe, le comprendo. Yo también me dedico a leer periódicos para tratar de entender algo. Habrá visto que me he quedado sin secretarias, mi clientela ha desaparecido. Más de uno de los pacientes acusaban la misma dolencia que usted. Era en general gente inteligente que trataba de informarse, de encontrar algo sensato para poder establecer un juicio algo ecuánime e inteligible que le dieran una sensación de seguridad, que no le provocara tantas dudas y tanto desequilibrio.
Mire, hoy voy por el cuarto periódico. Uno de los asuntos, al menos en algunos periódicos, presentan como menú “Faisán con trufas”, que si “Altos cargos de Interior habían sido procesados por lo del “Chivatazo”, otros lo dejaban para páginas interiores en letras más pequeñas tratando explicar que el principal acusado “Posee una carrera profesional curtida justamente en la lucha contra el terrorismo y cuajada de detenciones de comandos etarras, grupos de sabotaje y desarticulación de organizaciones de la órbita de ETA, así como de felicitaciones públicas y condecoraciones” y en cambio subrayaban en portada “Italia congela pensiones y privatiza empresas”…
- ¿Y usted, como especialista, qué opina doctor ?
- Yo pienso que el Yo se ha diluido, el ‘homo manipuladus’ está deshilachado, perdido, oye de un lado, oye del otro y no sabe a qué atenerse. Vaga como un náufrago, con perdón, sin rumbo. Yo mismo no sé quién soy, si soy mi Yo, si soy mi Ego, si el subconsciente, si el complejo de Edipo o que mi mente me engaña.
- O sea que usted tampoco lo ve claro
- No sólo no veo claro sino que ando como a bandazos. Lo que aconsejo a mis clientes es que por favor no lean un solo periódico, que no vean la televisión, que no escuchen ninguna tertulia radiofónica o televisiva y sobre todo que no piensen y vivan cada minuto avaramente. Bueno que quiten lo de ‘mente’ y se queden sólo con el ‘avara’.
- ¿No me receta ningún ansiolítico?
- Ya se lo he dicho: el mejor remedio contra la confusión y la ansiedad es no ver ni un periódico, no escuchar a ningún político y huyan de los periodistas. Y ahora le acompañaré hasta la salida porque aún me quedan por leer los periódicos ‘económicos’. Que eso es otra.
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