Dandy viene a casa por Navidad

Dandy en el bosque
Dandy es una perrita, prima mía, que viene a casa por Navidad, como el turrón. He dicho perrita, por ser cariñosa con ella, pero es enorme y a mí me impone mucho respeto, por no decir que me da miedo. Esta llegada a ‘mi’ casa, el ocupar mis sitios preferidos, tener que repartir los cuidados y los mimos, siempre produce algunos cambios en mis sentimientos. Debo de confesar que, a pesar de su aspecto, sus ojos de fuego, su volumen, su enorme cara, Dandy es bonachona, más tranquila que yo y no me ha hecho ni un mal gesto. Soy yo, que sin saber bien por qué, le tengo mucho ‘respeto’, por no decir lo otro y que me consideren cobarde.

Nos hemos repartido la casa, nuestros ‘comedores’, nuestros sitios de descanso. Durante las cenas y comidas navideñas, hemos buscado cada una nuestro sitio. En realidad he sido yo la que ‘buscaba’ mi sitio, después de que ella hubiera escogido el suyo. Hemos paseado por el bosque, unas veces coincidíamos, pero normalmente cada una seguía su camino, escogía sus amigos y en la playa nos repartíamos los itinerarios. Yo me revolcaba en la arena y ella se acercaba al agua, porque es de tierra adentro.


Dandy y yo por las dunas
En el fondo, a pesar de mis ‘respetos’, me ha gustado que viniera. Ahora la conozco mejor y ya hasta casi la quiero. Bueno, sí, la quiero, pero prefiero que guardemos las distancias y mutuamente nos respetemos. Total, dentro de poco volverá a su casa y yo quedaré como dueña y señora de la mía.

Estoy contenta porque toda la familia ha podido disfrutar de las fiestas sin graves problemas por culpa nuestra. Es más hemos ‘llenado’ mejor la casa con nuestra presencia y convivencia.

Hasta pronto, Dandy.

Comentarios

Entradas populares