Las ‘realidades’ y la verdadera REALIDAD

EULER Y LOS PUENTES DE KÖNISBERG

El Náufrago suele seguir a algunos ‘estilitas’, es decir, esos hombres de la pluma que se suben a su ‘columna’ y reflexionan sobre la 'realidad', o más bien la ‘apariencia’ que vivimos. Hoy, se ha detenido en el artículo de Pedro G. Cuartango, uno de los periodistas que suele trascender esta ‘realidad’ de luz de gas en que nos movemos, para apuntar hacia ‘esencias’ que olvidamos. De paso, uno se acuerda de nombres medio olvidados como Könisberg, sus puentes, Euler, Lehonard, de cuando él se peleaba con las matemáticas y los logaritmos. Pero eso queda ya muy lejos, Dios sea loado.

Lo de los puentes de Könisberg, se refiere a las dos islas en el río Pregel que cruza Königsberg se unen entre ellas y con la tierra firme mediante siete puentes. El problema que se le planteó al matemático era el siguiente ¿Es posible dar un paseo empezando por una cualquiera de las cuatro partes de tierra firme, cruzando cada puente una sola vez y volviendo al punto de partida? Con su teoría de los ‘grafos’ -no le pregunten al Náufrago que se lo explique, porque no entiende ni papa-, el suizo demostró que no era posible.

De esta teoría, el periodista saca la consecuencia de que la vida con que nos entretienen los que nos ‘guían’ -es un decir lo de guiar- confunden los hechos con supuestos que sólo existen en su imaginación. Y de ahí pasamos a la conclusión que vivimos enzarzados en puras discusiones, olvidando cuál es la esencia que se nos escapa. Y concluye:

“La política se ha convertido en el arte de plantear falsas alternativas, como está sucediendo con la polémica sobre la subida del IVA. Esa cháchara que nos acompaña, esa especie de ruido insoportable, nos impide distinguir lo accesorio de lo esencial. Lo malo es que nos sobran las recetas para las trivialidades de la vida, pero carecemos de respuestas para los grandes interrogantes de nuestra existencia, que suponen un desafío como el de los puentes de Königsberg."

Dicho en cristiano, con perdón, como cantaba Julio Iglesias (alias 'el termo') , con tanta discusión inútil en la que estamos enzarzados, sobre si son 'galgos o podencos': 'nos estamos olvidando de vivir'. Amén.