La duda etílica

¿A QUIÉN LE TOCARÁ EL BOTELLAZO?

Al Náufrago, a veces, le gusta hacer ‘juliadas’. Son caprichos que se le ocurren en un momento y no queda satisfecho hasta consumada la ‘juliada’. La ‘ocurrencia’ de hoy le sobrevino al ver en un blog amigo algunas fotos de la contramanifestación que tuvieron que aguantar los participantes del “¡SÍ, bilingües!”, días pasados, en la ciudad Compostelana.

Esto de las contramanifestaciones se va extendiendo como reguero de pólvora por las distintas ‘nacionalidades’ del ‘Estado’. Prueba manifiesta de lo tolerantes que somos por estos lares cuando se trata de respetar los derechos de los que no coinciden con nosotros.

Pues ante asunto tan serio, quizá por poner una gota de humor, en actos tan lamentables, el Náufrago se fijó en una de las fotos. En un primer plano se veía a un ‘supuesto radical’ – respetemos el lenguaje políticamente correcto, realmente falso – botella en mano, cabeza ‘casqueada’, por si las pelotas… Al fondo, un pequeño grupo de policías antidisturbios, y a su derecha una diminuta figura clerical, abrigo y sotana hasta los pies, paraguas en mano, sin ninguna actitud agresiva. Más bien parecía curioso y ajeno a la batalla. Sólo al Náufrago se le ocurre sospechar que quizá por su cabeza pase que a lo mejor la trayectoria del botellazo podría desviarse hacia la derecha, según el grado etílico del ‘lanza-botellas’.