El Candelabro

MATCH POINT

Esta nueva sección del ‘Candelabro’ podría ser un cariñoso homenaje a nuestra ilustre y algo olvidada creadora del lenguaje, Sofía Mazagatos. Ella, a la que le “gustaban los toreros que están en el Candelabro”, pensando sobre todo en su admirado Francisco Rivera “que tiene unos genes muy peligrosos”.

Pues a este ‘Candelabro’ le gustaría al Náufrago subir hoy a dos ases de la raqueta que han demostrado en Melburne que, además de dos grandes campeones son también excelentes personas. Si es impresionante verles jugar, no es menos emocionante ver el comportamiento de ambos, después del ‘combate’.

Las lágrimas y el sentimiento íntimo del suizo, incapaz de proseguir su ‘discurso’, la hondura y la sinceridad de su “esto me está matando”, el abrazo de Nadal a su adversario, sus palabras de aliento, su grandeza de saber ganar pensando en la decepción íntima del derrotado, son lo más hermoso que podrían brindar estos dos ‘señores’ de las pistas. Ambos han demostrado que antes y por encima de estrellas del tenis, son dos grandes personas.

Ojalá, cunda el ejemplo en otras ramas del deporte y en otros ámbitos. Saber ganar, saber perder, sólo está reservado a los ‘grandes’.