Douce se confiesa

CHARLANDO CON DOUCE

Esta tarde se me acercó Douce y se sentó en el sofá, a mi lado. Tenía un aire tímido y algo mimoso. Lo primero no es muy normal, sí lo segundo, por hacer honor a su nombre. Se acurrucó en mi costado, me miró a los ojos y empezó a hablarme:

- Mira, papá, creo que es hora de que te cuente algo que hace mucho tiempo que deseaba decirte. Creo que es el momento oportuno y quiero que lo sepas porque es muy importante. Para ti, y para mí. Desde el primer momento, o casi, en que llegué a esta casa, me dije: Douce, has encontrado tu verdadero hogar” Digo ‘casi’, porque como recordarás, te enfadaste un poco el día que las chicas y los chicos me sacaron del refugio donde me habían abandonado mis anteriores dueños y me trajeron a esta casa. Luego comprendí algo que entonces no entendía. Venía de un sitio donde lo había pasado muy mal al sentirme abandonada y pensé que me podía volver a ocurrir. Pronto me di cuenta de tu enfado era más bien una reacción de responsabilidad y de cariño. Entonces no sabías cómo era yo y te sentías principal responsable para conmigo, algo de lo que a lo mejor mis adoptantes, con su euforia de haberme ‘rescatado’, no eran del todo conscientes.

“-¿Vosotros sabéis lo que es tener un perro en casa? Hay que cuidarle,comprarle comida, atenderlo, sacarlo de paseo, llevarlo al veterinario, ocuparse de él si le ocurre algo…” Todo eso que, pasada la euforia primera, luego se olvida. Ahora lo comprendo y quiero que lo sepas. Os quiero mucho a todos. Estáis pendientes de mí, me mimáis, tengo garantizados los paseos, hasta hacéis caso a algunos de mis caprichos, sobre todo a la hora de compartir vuestra comida. Sé que no debería ‘forzaros’, ¡pero está tan rico! Sé que también abuso un poco de los mimos y al primero que encuentro me arrimo para que me acaricie. No me canso y tengo que oír un “¡Basta, ya, Douce! “ para que cese en mi insistencia, pero tampoco protesto cuando cesan los cariños. También pido mis excusas si a veces en los paseos no atiendo inmediatamente a lo que me pides y me hago la remolona. Ya ves que si oigo un ¡”Douce!” algo más fuerte, acudo con el rabo entre las piernas, me hago la ‘modosita’, y espero la reprimenda, aunque tampoco siempre.

Pero no es el momento de recordar las pequeñas perrerías. Quiero celebrar contigo nuestros primeros diez años de convivencia feliz. Nunca, nunca hemos tenido una riña seria. Vosotros me habéis dado lo mejor que tenéis y yo he tratado de responder con mis zalamerías, mis brincos, mis acogidas, mis lametones y todos los recursos de una perrita.

Esto es lo quería que supieras.

Comentarios

pilar ha dicho que…
¡¡¡¡¡Felicidades!!!!!

Bicos
Anónimo ha dicho que…
Esto es avisar con tiempo, si señor.
Luego no podrás irle con el cuento de que se te pasó el aniversario. Aunque mucho me temo que te lo tendrá que recordar un poco más cerca de la fecha.
Sylvia Otero ha dicho que…
Qué bien diez años!!!!!

Muchas felicidades de parte de una "madre" super primeriza!
Douce ha dicho que…
No es que fuera ayer nuestro cumpleaños, pero necesitaba a decirle a mi papá lo mucho que significa el cariño que me dan en esta casa.

Los perritos sabemos agradecer con creces estas cosas.

Mis besos para todas y para todos los perritos que conviven con vosotros.

Guauuuu!
Campurriana ha dicho que…
Un bonito agradecimiento que seguro que será bien recibido, Douce. Aquí, al fin y al cabo, todos ofrecen y todos reciben. No hay nada más bonito que compartir y aunque eso implique obligaciones, éstas son compensadas con creces por parte de todos.

Entradas populares