Hízose la luz

UNA MAÑANA DE SOL, ¡POR FIN!

Puede parecer extraño, pero por estos lares es como si hubiéramos tenido un eclipse de sol desde que empezó el otoño. Apenas Febo se había dado algún paseíto en su carroza y la verdad que se le echaba de menos. Más frecuentes han sido las lluvias, los vientos, el frío, la nieve y los vendavales. Así que D. Lucio echaba de menos un poco la luz que contiene su nombre para hacer acopio de serotonina que activara sus decaídas neuronas. El sol, por fin una mañana luminosa, le permitió aumentar su actividad neuronal necesaria para elevar considerablemente el estado de su ánimo.

Helo aquí pues, cámara en mano, disparando a todo aquello que atraía su mirada: los niños que de nuevo jugaban en el parque, las parejas que soñaban mirando al mar, hasta D. José María de Pereda erguido en lo alto de su monumento, a Doña Concha Espina oyendo el rumor de sus fuentes, los mejillones, las ostras, los caracoles que la marea había dejado al descubierto, los jovencitos que visitaban los “Comics a Puerto”. Él mismo se tornó niño y entró a ver el universo marítimo en viñetas y revivir las aventuras del Hombre Enmascarado, de Roberto Alcázar y Pedrín, de Tintín y hasta de Agatha Christie.

Salió del Palacete del Embarcadero y aún tuvo tiempo de visitar la Casa del Indiano y ver la luz dorada de un blanco de Rueda junto al sabor de unas gambas. Y es que la luz ilumina a D. Lucio y hace buenas migas con su nombre


Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Bueno, esa foto en las gafas es como para quitarse el sombrero. Me lo quito, me lo quito :)
Anónimo ha dicho que…
¡Gracias! Para algo tiene que valer el cursillito de fotografía y photoshop... El joven de las gafas es nuestro profe.

Pero esa 'quitadura de sombrero' siempre ayuda a elevar la autoestima fotográfica.

Besos

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