Una ‘foto’ impresionante
TRABAJO DE CAMPO
Don José María Fotochó, de los Fotochó de toda la vida, sigue un curso de fotografía para ver si de una vez se entera de lo que son los píxeles, los macro, los ISO y demás misterios de estas modernas cámaras. Antes de ayer tocaba ‘trabajo de campo’. Él, junto a otros ocho ‘jóvenes y jóvenas’ interesados en el mundo de la imagen se dirigieron a un parque cercano y empezaron a bombardear cuantos columpios, fuentes, flores y aledaños atraían sus objetivos.
En un momento dado, D. Fotochó se alejó del grupo porque tenía interés en ver el mural artístico que el ilustrador y pintor local J.Ramón Sánchez había diseñado y dirigido sobre los personajes peredianos de Sotileza. Se trataba de dar vida a una de esas paredes medianeras que quedan ‘desnudas’ con motivo de cualquier renovación urbanística.En esa labor estaba, luchando con un viento fuerte y otros elementos, cuando oyó detrás de él una voz que le dijo más o menos:
- “Si le interesa puedo mostrarle un folleto que se distribuyó con motivo de la inauguración de este mural. Precisamente vivo en esta casa”
D. Fotochó, sorprendido, no acertaba a encontrar las palabras exactas ante tanta amabilidad y no pudo por menos de agradecérselo y aceptarlo. El hombre – Paulino, luego sabría su nombre – abrió el portal, subió las escaleras y al poco tiempo bajó con el folleto. D. Foto, trataba de fotografiar las ilustraciones, pero ni el viento, ni su cámara lograban sacar bien las imágenes.Fue entonces cuando Paulino dio un paso más en su generosidad y le dijo:
- “Cójalo. Puede llevárselo y devolverlo cuando haya terminado”.
La sorpresa de D. Foto fue aún mayor ante la amabilidad del, hasta hacía unos minutos, desconocido. Entre sorprendido y perplejo anotó su nombre y su número de teléfono, indicándole que lo devolvería en cuanto hubiera terminado de verlo y tomar algunas notas. Le preguntó cuándo le vendría bien que le llamara para entregárselo. Paulino, una vez más mostró su llaneza “callealtera”.
- “Ahí tiene el número de mi móvil, le dijo, tengo 52 años y estoy en el paro. Apenas tengo tiempo de estar en casa. Ando de un sitio para otro con los papeles. Con mi número del móvil me puede localizar, porque si no estoy haciendo gestiones me encontrará en ese bar de enfrente.
El gesto de Paulino, su sinceridad, su llaneza, impresionaron tanto a D. Foto. Mientras volvía para reunirse con el grupo iba pensando que había captado la imagen más elocuente de su ‘trabajo de campo’.
(Abajo podrán ver lo que extrajo del ‘folleto’ de Paulino. Y las fotos del ‘trabajo de campo’)
Don José María Fotochó, de los Fotochó de toda la vida, sigue un curso de fotografía para ver si de una vez se entera de lo que son los píxeles, los macro, los ISO y demás misterios de estas modernas cámaras. Antes de ayer tocaba ‘trabajo de campo’. Él, junto a otros ocho ‘jóvenes y jóvenas’ interesados en el mundo de la imagen se dirigieron a un parque cercano y empezaron a bombardear cuantos columpios, fuentes, flores y aledaños atraían sus objetivos.En un momento dado, D. Fotochó se alejó del grupo porque tenía interés en ver el mural artístico que el ilustrador y pintor local J.Ramón Sánchez había diseñado y dirigido sobre los personajes peredianos de Sotileza. Se trataba de dar vida a una de esas paredes medianeras que quedan ‘desnudas’ con motivo de cualquier renovación urbanística.En esa labor estaba, luchando con un viento fuerte y otros elementos, cuando oyó detrás de él una voz que le dijo más o menos:
- “Si le interesa puedo mostrarle un folleto que se distribuyó con motivo de la inauguración de este mural. Precisamente vivo en esta casa”
D. Fotochó, sorprendido, no acertaba a encontrar las palabras exactas ante tanta amabilidad y no pudo por menos de agradecérselo y aceptarlo. El hombre – Paulino, luego sabría su nombre – abrió el portal, subió las escaleras y al poco tiempo bajó con el folleto. D. Foto, trataba de fotografiar las ilustraciones, pero ni el viento, ni su cámara lograban sacar bien las imágenes.Fue entonces cuando Paulino dio un paso más en su generosidad y le dijo:
- “Cójalo. Puede llevárselo y devolverlo cuando haya terminado”.
La sorpresa de D. Foto fue aún mayor ante la amabilidad del, hasta hacía unos minutos, desconocido. Entre sorprendido y perplejo anotó su nombre y su número de teléfono, indicándole que lo devolvería en cuanto hubiera terminado de verlo y tomar algunas notas. Le preguntó cuándo le vendría bien que le llamara para entregárselo. Paulino, una vez más mostró su llaneza “callealtera”.
- “Ahí tiene el número de mi móvil, le dijo, tengo 52 años y estoy en el paro. Apenas tengo tiempo de estar en casa. Ando de un sitio para otro con los papeles. Con mi número del móvil me puede localizar, porque si no estoy haciendo gestiones me encontrará en ese bar de enfrente.
El gesto de Paulino, su sinceridad, su llaneza, impresionaron tanto a D. Foto. Mientras volvía para reunirse con el grupo iba pensando que había captado la imagen más elocuente de su ‘trabajo de campo’.
(Abajo podrán ver lo que extrajo del ‘folleto’ de Paulino. Y las fotos del ‘trabajo de campo’)
Comentarios
La verdad es que sos un jubilado jubiloso y así es como tenemos que ser, disfrutar de nuestro tiempo que bien nos lo merecemos!