Un domingo de otoño
Mañana soleada de domingo.
- La niña que conduce orgullosa a su perrito… Feliz, porque el foxterrier la sigue y ella se cree importante.
- Un niño de unos seis años que cuida de su hermana pequeña que se aburre en la cola de la panadería. Su padre contempla orgulloso a su hijo que hace de hermano ‘mayor’ de su hermana, impaciente.
- Son las once de la mañana. Los asiduos del bar “El deporte”, ya han empezando sus cañas y meten sus euros en la máquina tragaeuros, esperando que la suerte entone remolona la canción de la Fortuna.
- La señora mayor que se apoya en su bastón para dar la pequeña excursión dominical en que abandona por unas horas su Residencia de Mayores.
- La displicencia casi habitual con la que el quiosquero suele vender sus periódicos…
- Abandona el barrio y llega al centro de la ciudad, a su bahía y aledaños. Bancos repletos de gente que lee, descansa, charla, duerme, mira la bahía, o simplemente recibe al sol generoso que inunda el muelle. Pescadores, paseantes, ciclistas, gente que puebla las terrazas y toma el aperitivo.
Mañana soleada de domingo, mientras con su cámara recoge sensaciones y disfruta del sol.
- La niña que conduce orgullosa a su perrito… Feliz, porque el foxterrier la sigue y ella se cree importante.
- Un niño de unos seis años que cuida de su hermana pequeña que se aburre en la cola de la panadería. Su padre contempla orgulloso a su hijo que hace de hermano ‘mayor’ de su hermana, impaciente.
- Son las once de la mañana. Los asiduos del bar “El deporte”, ya han empezando sus cañas y meten sus euros en la máquina tragaeuros, esperando que la suerte entone remolona la canción de la Fortuna.
- La señora mayor que se apoya en su bastón para dar la pequeña excursión dominical en que abandona por unas horas su Residencia de Mayores.
- La displicencia casi habitual con la que el quiosquero suele vender sus periódicos…
- Abandona el barrio y llega al centro de la ciudad, a su bahía y aledaños. Bancos repletos de gente que lee, descansa, charla, duerme, mira la bahía, o simplemente recibe al sol generoso que inunda el muelle. Pescadores, paseantes, ciclistas, gente que puebla las terrazas y toma el aperitivo.
Mañana soleada de domingo, mientras con su cámara recoge sensaciones y disfruta del sol.
Comentarios
Ayer disfruté de una aventura en mi ciudad. Hacía tiempo que no tomaba un ómnibus un sábado de noche. Fui a ver Mamma Mia con una amiga y regresamos en transporte público. Fue muy pintoresco.
Me encantan las estatuas, sobre todo la que se está zambullendo.
Aquí llovió de mañana, pero ahora puede ser que salga a disfrutar de una tarde de sol primaveral.
Creo que ahora sólo tenemos 3 horas de diferencia.
Bonne soirée