COMUN - ICANDO

El primer año de jubilado, enseñó al Náufrago una gran lección. Está bien emplear una buena parte de tu tiempo para dedicarlo a algo que te apetece hacer: leer, escribir. Eso, junto a hacer un poco de ejercicio nadando, visitar museos y galerías, saliendo al campo o dando paseos con Douce, asistiendo a algún espectáculo , y colmar de esta forma algunas de tus necesidades vitales. Pero también se ha dado cuenta que necesita ‘vitalmente’ el contacto con la gente, intercambiar opiniones, saberes y sobre todo emociones. “No es bueno que el hombre esté solo”, dijo Yahvé.

Por ello, al empezar el nuevo curso se apuntó a algunos ‘talleres’ y aceptó la oferta de dar algunas clases a personas mayores que seguían interesadas en mantener o iniciarse en la lengua y cultura francesas. Ahora, después de dos semanas, ha visto que ambas actividades le han remozado por dentro.

Ayer por la tarde, al terminar la clase, varios de sus ‘alumnos’ le dijeron: “Gracias”. Nunca en más de cuarenta años enseñando a niños, adolescentes, jóvenes y algo mayores, había oído esa palabra al terminar una clase. Tampoco lo esperaba. Pero ayer, y ya desde el primer día, las responsables de los cursos, le habían agradecido de antemano su colaboración en esta hermosa tarea que animan , al igual que sus alumnas y 'alumno'. “Soy yo quien debe agradeceros el permitirme este contacto con vosotros”, les dije. No era ninguna formalidad, era algo que realmente sentía.

Era una realidad tangible y sensible compartir con otros lo que la vida y la experiencia nos ha dado te enriquece a la vez que se enriquecen. En cierto modo se ponen en tus manos, te regalan su atención y su interés y ves en sus ojos que el mundo del saber y de la relación se ensancha es una experiencia satisfactoria. Es algo ‘elegido’ por ambas partes y es un trasvase entre el que aparentemente pide y el que teóricamente da, porque ambas partes regalan lo que tienen…

- Querido Náufrago ¿No crees que te has puesto algo solemne?

- Douce, ¿qué haces tú por aquí? ¿No estabas descansando?

- Ya te he dicho que mi descanso es al mismo tiempo una vigilia y he echado un vistazo a lo que estabas escribiendo y lo he encontrado algo remilgado, tirando a cursi. Y lo hubiera dicho más directa y sencillamente, o sea ‘a mi manera’. ¿No puedes decir simplemente que necesitas el calor de la gente, lo mismo que necesitas del mío y yo del tuyo? ¡Ah!, por cierto, no has contado nada de esos talleres donde os tocáis el culo descaradamente y jugáis con globitos que luego hacéis explotar abrazándoos mutuamente. Eso no lo dices.

- Pues a lo mejor algún día cuento la necesidad que tenemos de ‘tocarnos’ y dejar caer las máscaras que nos ponemos para andar por la vida. Pero eso es otro capítulo, chismosa.

Comentarios

Sylvia Otero ha dicho que…
No me parece para nada cursi lo que has escrito. Es totalmente cierto. Necesitamos de los demás, necesitamos que nos tengan en cuenta. Necesitamos que nos abracen, que nos escuchen y así los otros de nosotros.

Hace un tiempo vi en la TV la importancia del contacto físico y del abrazo. Por ejemplo había señoras mayores que estaban solas que se ofrecían como voluntarias para ir a acariciar la espalda de los bebés que están en los CTI (Centros de Cuidado Intensivo en los Hospitales, creo que ustedes los llaman UCI). Eso era bueno para ambos.

Lo que siento es que estamos endurecidos, como que nos cuesta expresar los sentimientos y creo que más allí en España que aquí en el tercer mundo.

A cada lugar al cual llegué y me esperaban españoles que yo sé realmente que me aprecian, yo los abrazaba y sentía que quedaban como duros.

Aquí salieron unos chicos por el paseo marítimo (al que nosotros le llamamos rambla)con un cartel ofreciendo abrazos gratis y casi nadie los aceptaba. Es el mundo del revés.

Seguí disfrutando de todas estas nuevas experiencias. Serán muy enriquecedoras para tí.

Un fuerte abrazo,
Anónimo ha dicho que…
Gracias por tus deseos y tu comentario. Es cierto que deberíamos desinhibirnos más y dejar fluir de una manera más natural los sentimientos.

Todos los días Douce me da lecciones de cómo expresar las emociones y no acabo de aprender.

-"Tú te lo pierdes, me dice. No sabes lo bien que sientan las caricias y los abrazos"

Un fuerte abrazo. Buenas noches

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