Del gilipollas a tontolpijo

SUPLEMENTOS Y MAGAZINES


Una de las ocupaciones dominicales en que emplea Alz su tiempo es la lectura de la prensa y en particular los suplementos que la acompañan. Bueno hay un suplemento de nombre MAGAZINE que más que leerlo lo ojea, o ni eso, porque no se sabe si es una revista o un ‘book’ de modelas y modelos, además de tener un formato no apto para una lectura sosegada, en el caso
de que a ello invitara. Son 86 páginas perfectamente prescindibles para sus gustos.

El otro suplemento se llama XLSemanal y además de las firmas recoge bastantes artículos, reportajes o entrevistas a las que suele dedicar una buena parte de su tiempo. A la hora en que esto escribe sólo ha ojeado los títulos y ha leído a los articulistas de la casa y la entrevista a Giuseppe Tornatore, el director de “Cinema Paraíso”, oscarizado y reconocido en el 89 en Cannes. Aún le queda por leer a un cardiólogo, V. Fuster, y a un psiquiatra, Rojas Marcos, dando su diagnçostico sobre los males del Siglo XXI, el reportaje sobre “Mis 10 películas (españolas) preferidas" y otro sobre “El punto G de Internet” (Don Google). Digamos que es un magazine para leer, no sólo para ver.

Si hoy a Alz, le ha servido de pretexto el asunto de revistas , magacines o suplmentos dominicales, es para poder recoger la introducción que Arturo Pérez Reverte dedica a las “Gilisoluciones para una crisis”. La razón es simple, a sabiendas de que P.R. y su lenguaje deslenguado, no reciben los parabienes de todos sus lectores. Conozco algunos y algunas a las que no les hace gracia por eso y por otros motivos. Sin su permiso, recojo su introito:

"El diccionario de la Real define la palabra gilipollas como tonto, o lelo. Es buena definición, pero a mi juicio le falta un matiz. Yo lo definiría como tonto, lelo, con un punto de pretenciosidad o alegre estupidez.

Esa distinción es importante, a mi juicio. Pongo un ejemplo casual como la vida misma: no es igual, como dirían en mi tierra, un tonto a secas que un tontolpijo. El tonto es tonto, y no da más de sí.

En Aragón, verbigracia, el tontolhaba no es más que un cenutrio elemental, querido Watson. Un tonto de infantería.

Sin embargo, en Cartagena o Murcia el tontolpijo es un tonto con maneras de otra cosa. Un tonto ligeramente cualificado, o con ínfulas de ello.

Entre uno y otro podríamos situar también al tontolculo y al tontolnabo, que son especies intermedias pero más bien bajunas. Tirando a cutre, vamos.

La joya de la corona, sin discusión, es el tontolpijo. Ése se sitúa por mérito propio en la parte alta del escalafón. En esencia, el tontolpijo es un tonto que suele dárselas de listo. Que no se entera de lo tonto que es, y encima se cree divino de la muerte. Un capullín puesto de perfil, o sea.

Sabidillo y frivolón al mismo tiempo, con pujos de cantamañanas. Un tonto al que a menudo podríamos definir como políticamente correcto. O sea: un gilipollas."

NOTA: (Las separaciones de los párrafos, las negritas y cursivas son del selector, para subrayar los matices posibles entre el gilipollas, el tontolpijo, el tontlhaba, el tontolnabo y el tontolculo.
Ignoramos si doña Bibiana reclamaría a la RAE derechos de 'igualdad' también en estos casos )

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Hola, becaria:

Qué ilusión me hace ver que no solamente yo me he fijado en el introito de Reverte. Hace nada, lo he introducido en un comentario en el blog fueclaya (http://blogs.larioja.com/barriodeyague/2008/9/20/contentos-pero-limpios- ).

Un saludo, y voy a seguir leyendo tus blogs.

Alatriste
Sylvia Otero ha dicho que…
Hola Douce:

Sos a divina!!! Esta tarde chateaba con una amiga de Barcelona y estuve por preguntarle varias veces si gilipollas les sonaba muy fuerte a ustedes (vosotros).

La verdad que tu comentario estuvo de lo más ilustrativo, además de divertido :-)

Besoguaus!

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