Ánimas y Hallowwen

Don Soponcio que ya es mayor, muy mayor, fue un día pequeñito ¡Llegó hasta tener meses! Posteriormente, como es natural, fue creciendo y alcanzó los seis, siete e incluso los diez años. Por supuesto entonces no era todavía don Soponcio, sino que en el cole le llamaban Sopo y en casa Poncito. La verdad, no sé para qué les cuento esto si no tiene nada que ver con la historia que les quería narrar que es bastante tétrica.

En aquellos tenebrosos tiempos, llegadas estas festividades, llamadas de los (fieles) difuntos, los niños sobre todo, por lo menos Poncito, pasaba mucho miedo y lo veía todo muy tétrico y oscuro. Veía a las ánimas salir del Purgatorio – no sé por qué las llamaban así – levantarse de sus tumbas y andar vagando por ahí, envueltas en sábanas y arrastrando pesadas cadenas. Al menos así se las imaginaba Sopo. Como acompañamiento de esta extraña procesión, las campanas se pasaban la noche tocando lúgubremente a muerto, cadenciosas, acompañando el tenebroso paseo de aquellos espíritus redivivos. Aquella noche dormía con un ojo abierto por sí les daba por entrar en la habitación a hacerle una visita.

Lo único bueno de estas ‘festividades’ extrañísimas es que los santos nos regalaban sus huesos que paradójicamente estaban buenísimos, comíamos buñuelos de crema y asábamos castañas. Pero hasta estas cosas sabían a muerto. Esas sensaciones siguen vivas en las profundidades de los recuerdos y emociones de don Soponcio. Ya hasta el nombre es una predisposición a diñarlas.

Pasaron los años, esas sensaciones se fueron difuminando, pero nunca se borraron del todo. Por eso, lo que ahora le subleva es este tinglado macabro-festivo-comercial que hemos copiado y que llaman Halloween, con calabazas, zombies, murciélagos, vampiros, brujas y el ‘tricki’ - tracka’ ése de los… En el subconsciente de don Soponcio, con los muertos no se juega, porque las ‘ánimas’ son las ‘ánimas’, o sea unas señoras muy serias. Con esto quiere decir que el ‘Jalouin’, no le hace ninguna gracia.

Pero pásmense con el final de la historia. Es una más de las contradicciones de don Sopon. A pesar de que no le hace ninguna gracia este festejo, o precisamente por eso, se ha entretenido en montar su “CrisisHalloween” con algunos seres fantasmagóricos bastante conocidos y les ha puesto a bailar: “¡Danzad, danzad, malditos!” Quizá con esta danza macabra exorcizamos tanto maleficio.



Comentarios

Sylvia Otero ha dicho que…
Hasta aquí ha llegado la moda Jalogüin importada de USA!! Insoportable ...

Si supiera, haría otro montaje como el tuyo, pero con personajes locales.

Te quedó muy gracioso!
Anónimo ha dicho que…
Puedess hacer un montaje, entrando en la página de las postales de TV5.

http://www.tv5.org/TV5Site/carte/ecard3/ES/title.gif

Lo único que tienes que hacer es seleccionar la cara de los protagonistas.

Buenas noches, Feliz fin de semana

Entradas populares