El Dr. Google y don Alois Alzheimer.

HAGA UN " CLICK" EN SU VIDA.

Con la llegada de la edad y el otoño, Alz andaba un poco preocupado por algunos síntomas que afectaban a su memoria. En particular, recordar los nombres propios, de lugares, las fechas y cosas semejantes, mientras que recordaba mejor los nombres de los amigos de su infancia. Cada vez debía recurrir más a los circunloquios, detalles periféricos, para referirse a personas y cosas. Trató de no darle más importancia y remitirlo al baúl de “cosas de la edad”. Sin embargo añoraba los tiempos en que recordaba con claridad, nombres, fecha y hechos.

Sin embargo Alz practicaba toda una serie de actividades que según los entendidos ayudan a mantener y mejorar las habilidades cognitivas, la función cerebral y la memoria: entrenaba el intelecto, hacía el adecuado ejercicio físico y llevaba una dieta saludable. Hasta distinguía en la prensa, radio y televisión, todo lo deleznable, lo vulgar, las dialécticas repetidas, esa visión tan ‘enriquecedora’ que nos dan del mundo y las verdaderas necesidades vitales del hombre. Eso aliviaba un poco sus complejos y se decía a sí mismo que por lo menos todavía distinguía lo valioso de tanta basura. Cosa que no es poco.

Pues resulta que el bueno de Alz, mientras pasaba las páginas y páginas del periódico que no le decían nada o le revolvían un poco las tripas, llegó al suplemento “SALUD”. Allí por lo menos no se hablaba de crisis, de ‘piruetas abre tumbas’, de INGs directos a la quiebra, de ‘garçons et de filles, de hermanos grandes y pequeños, de cabreos de jueces, ni de la UEFA y de payasos. Se hablaba, pásmense, del Dr Google y don Alois Alzheimer.

Alz , erizó las orejas, como hace Douce cuando muestra atención o sorpresa y se dedicó a leer y subrayar el artículo en el que se describían experiencias llevadas a acabo en la Universidad de California y de trabajos publicados en el American Journal of Geriatic Psychiatry en los que se había empleado “la técnica de imagen conocida como resonancia magnética funcional para comparar las zonas cerebrales que se activan al leer un texto y al hacer búsquedas por internet.”

Como suele hacer los estudiosos, esos sesudos doctores habían seleccionado para su experiencia a 24 personas de entre 55 y 76 años que no sufrían ninguna enfermedad neurológica. Las dividieron en dos grupos: los que tenían experiencia como cibernautas y los que no manejaban mucho la cosa. En la lectura de un libro en ambos grupos se activaron las regiones “asociadas al lenguaje, la memoria y las habilidades visuales”. Pero los acostumbrados a navegar por el mar proceloso de la Red y estaban habituados a la busca y captura de datos, corto y copio, navego: “brillaron con más intensidad localizaciones adicionales relacionadas con la toma de decisiones y el razonamiento complejo.” De ahí las sesudas mentes investigadoras ddedujeron: que el que por ejemplo hace click en Don Google para ver lo que se esconde detrás de la palabra “metempsícosis” o trata de averiguar cómo se llega a la laguna de Gallocanta partiendo de Madrid pongamos por caso, sabe que tiene que desviarse en Alcolea del Pinar. Y no sólo eso, sino que de propina, “pone en funcionamiento importantes circuitos cognitivos”.

Lo que permite a los autores del trabajo, bajo la batuta del Dr. Gary Small, tener la esperanza de “que las tecnologías informáticas diseñadas para mejorar las habilidades cognitivas y la función cerebral tengan efectos fisiológicos y reporten beneficios a las personas mayores y de mediana edad”.

Con lo que tienen a Alz dándole al click, para buscar cosas tales como, qué es el JAMA, si el “ginkgo biloba previene y reduce la secuelas del ictus, o si los preservativos y los globos de las fiestas son dos objetos prohibidos para los alérgicos al látex. Es entonces cuando a Alz le late el corazón

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Me resulta imposible, por más que lo estoy intentando, imaginarme al bueno de ALZ con las orejas erizadas, lo siento.
¿Será porque no le he puesto cara ni orejas?
Douce ha dicho que…
Querida Mariluz,

Puestos a imaginar que es también una buena 'habilidad cognitiva' uno puede discurrir por los terrenos 'metafóricos' por 'osados' que sean.

Se puede imaginar uno a un Alz, que sea un apócope Alzheimito. Podemos 'imaginar' que es su atención la que se despierta cuando en atrevida metáfora o inconsciencia se le 'erizan sus orejas'.

Por imaginar, hay que imaginar que haciendo 'click, click' el bueno de Alz mejore las 'habilidades 'coñitivas' y la función cerebral.

¿Pero qué sería de 'Alzheimito' sin hacer un poco el Jaimito?

Besos

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