La carta de Ruby

NUNCA LO DIREMOS SUFICIENTEMENTE

By DOUCE

Ayer fui al ‘vete’ porque me dolía mucho una muela. A causa del dolor, estaba un poco rara y eso que soy una perrita bastante sufrida y no me quejo fácilmente si no es un dolor muy fuerte. La ‘vete’ que me atendió, me puso sendas banderillas y ya me encuentro mejor, aunque mañana tendré que volver a verla.

Pero no es para hablar de mis ‘miserias’, por lo que me he puesto a escribir. No me gusta hablar de cosas tristes, porque mi carácter es alegre, optimista, y suelo quedarme sólo con lo bueno. Por eso, de lo que quiero hablar es de algo que encontré en la sala de espera, mientras llegaba mi turno. Mi papá recogió un folleto con un título muy grande: “SACRIFICIO CERO”. Hablaba de los animales abandonados y sacrificados en las perreras municipales.

De todo lo que allí decía, mi papá y yo, nos quedamos con la historia de Ruby. Me emocionó cuando la leí. Una vez más, di gracias a la vida que tanto me ha dado. ¿Cómo iba yo a quejarme, después de haber leído esto?:

Hola amigos, soy RUBY:

El otro día mi familia me sacó de paseo y algo raro pasó. No sé... nos despistamos y me perdí. Estuve buscándolos largo tiempo. Ya comenzaba a estar asustado y con mucha hambre cuando alguien dio conmigo y me recogieron. La verdad es que eran unos señores bastante antipáticos, debe ser la policía, segura que todo el mundo me está buscando. Me han traído a este lugar extraño, oscuro, frío y húmedo, y no sé por qué, ¿Qué es lo que he hecho mal? Debe de haber una confusión, si llaman a mi casa segura que vienen a buscarme, estarán preocupados por mí. Llevo ya 9 días aquí, estoy triste, echo de menos los paseos con José, el olor de la cocina, los juegos del pequeño ... aunque últimamente estaban un poco raros conmigo, seguro que era el estrés, siempre están muy atareados.

Ayer oí decir a uno de esos señores con bata que pasan por aquí que me fuesen preparando, que mañana era mi día, la verdad es que me he puesto muy contento debe ser que han localizado a mi familia y vienen a buscarme. Ya sabia yo que no podían haberse olvidado de mi ¡con todo lo que me quieren!, sé que aprecian mi valentía, mi obediencia, mis lametadas y lo bueno que soy aguantándome el pipí, últimamente sólo me sacaban por la noche y yo nunca protestaba aunque estuviese a punta de reventar. Todos los días hay dos o tres perros que se los llevan y no vuelven, tienen suerte seguro que los han venido a buscar, mañana me toca a mí, eso ha dicho ese señor, mañana es el día, mi familia me vendrá a buscar, qué ganas tengo de verlos.

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Referencia: "Huellas_Cantabria"