Agustí Centelles

EL OJO VIVO DE LA HISTORIA

Es curioso, cómo a veces, sin esperarlo, vamos reconstruyéndonos. ¡Nos faltan tantas cosas! Afortunadamente. Poco a poco nos vamos ‘completando’, en la certidumbre de que si seguimos con los ojos abiertos, nos seguirán faltando matices. Sentirse incompleto, es una prueba de que no estamos del todo muertos.

Ayer, por mor de eso que llaman ‘Memoria Histórica’, que a veces, más que ‘Memoria’, parece ‘Rencor histórico’, descubrí a un personaje que no conocía, como también ignoraba, hasta hace poco, quién fuera y quién es, Marcos Ana. Nombres, mejor, ‘hombres’, que no conocía, en mi ignorancia. Hombres que vivieron y dejaron huella de su vida. El personaje del que oí hablar por vez primera, es el fotoperiodista Agustí Centelles, nacido en Grau (Valencia) en 1909, fallecido en Barcelona, en 1985. Maestro de reporteros, supo inmortalizar ‘momentos’ clave de nuestra guerra fratricida, además de otros aspectos de la vida cotidiana.

Ha salido a la luz su nombre, por una querella muy nuestra. Disparidad de criterios: “Esto es MIO, me pertenece”, “No, que yo lo vi primero”. ¿Peleas infantiles? No, como si nuestra ‘guerra’ intestina no terminara nunca. Antaño se disparaba con fusiles y con bombas, hoy se dispara con palabras, con hechos, con reproches, con ‘gestiones’, con rencores. No va el Náufrago a entrar en esta fábula de ‘galgos o podencos’. Lo que en esta isla hemos retenido son ‘trozos de vida’ (o de ‘muerte’) para entender mejor de qué pasta estamos hechos. Cada imagen es una lección que parece ser no queremos aprender: barricadas con parapetos de cadáveres de caballos, niños que juegan a matar con gorros de papel y palos, besos de despedida, fusiles apuntando desde una esquina, mujeres llorando sobre la muerte, barricadas, asaltos callejeros… el frío del destierro, la soledad de barracones en tierra extraña…

Una a una han quedado en la memoria del Náufrago estas imágenes. No parecen de ayer, hemos sido retratados para siempre. Queramos o no, se diría que los rencores los llevamos en la sangre.


Comentarios

Entradas populares