De religiones y otras dudas
28 de DICIEMBRE
En este día el Náufrago no pretende defender determinadas y concretas religiones, pero sí un sentido ‘espiritual’ que trascienda la pura materialidad. Él se considera la primera ‘víctima’ de una determinada forma de ‘Religión’ y de haber recibido una imagen de un 'dios' en el que no se reconoce y que rechaza íntimamente. Este hecho no hace que no tenga un respeto y hasta una necesidad de trascender todo aquello que ve y admira cuando abre los ojos a la vida: la cultura, el arte, la belleza, la ciencia, los sentimientos, la ternura, el amor, la idea de bondad, de tolerancia, de acogimiento, del trabajo. Sin ese ‘idealismo’, sin un sentido ‘espiritual’, sin nuestra ansia de saber o nuestra capacidad de duda o de admirar y querer, somos medio-humanos.
Desgraciadamente, ante determinadas manifestaciones llamadas ‘religiosas’, hay quien responde con la ‘religión’ del rechazo, de la burla, del odio, del proselitismo. Formas que no dejan de ser otras ‘creencias’ que en lugar de ‘liberarnos’ y ser ‘hombres’ de verdad, nos convierte en ‘religados’ a otros credos. Este país, fanático por esencia, suele dar estos bandazos.
Últimamente, el Náufrago, lee “La Frase” que José A. Marina, deja en “La Crónica” del domingo. Por ello, y para su propio consumo, y por si a alguno más le interesa, le hace un sitio en esta isla. Podría ‘matizar’ alguna de sus reflexiones, pero prefiere dejarlo como está.
En este día el Náufrago no pretende defender determinadas y concretas religiones, pero sí un sentido ‘espiritual’ que trascienda la pura materialidad. Él se considera la primera ‘víctima’ de una determinada forma de ‘Religión’ y de haber recibido una imagen de un 'dios' en el que no se reconoce y que rechaza íntimamente. Este hecho no hace que no tenga un respeto y hasta una necesidad de trascender todo aquello que ve y admira cuando abre los ojos a la vida: la cultura, el arte, la belleza, la ciencia, los sentimientos, la ternura, el amor, la idea de bondad, de tolerancia, de acogimiento, del trabajo. Sin ese ‘idealismo’, sin un sentido ‘espiritual’, sin nuestra ansia de saber o nuestra capacidad de duda o de admirar y querer, somos medio-humanos.Desgraciadamente, ante determinadas manifestaciones llamadas ‘religiosas’, hay quien responde con la ‘religión’ del rechazo, de la burla, del odio, del proselitismo. Formas que no dejan de ser otras ‘creencias’ que en lugar de ‘liberarnos’ y ser ‘hombres’ de verdad, nos convierte en ‘religados’ a otros credos. Este país, fanático por esencia, suele dar estos bandazos.
Últimamente, el Náufrago, lee “La Frase” que José A. Marina, deja en “La Crónica” del domingo. Por ello, y para su propio consumo, y por si a alguno más le interesa, le hace un sitio en esta isla. Podría ‘matizar’ alguna de sus reflexiones, pero prefiere dejarlo como está.
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LA FRASE (47)
"Las religiones han sido esenciales para el éxito de la Humanidad"
NICHOLAS WADE / AUTOR DE 'THE FAITH INSTINCT'O”
La Navidad es un buen momento para meditar sobre la religión. ¿A estas alturas? Sí. El desdén por el papel de las religiones en la humanización de nuestra especie se funda en una escandalosa ignorancia. Me pasma la suficiencia con que analfabetos culturales hablan de estos asuntos. Es cierto que ha habido religiones terribles y que todas se han pervertido cuando se han aliado a sistemas de poder, pero también es cierto que la experiencia religiosa -no la experiencia sacerdotal- ha ido depurando sus propios contenidos. Sin duda, el paso más gigantesco se dio cuando la idea de Dios se unió con la idea de bondad, y se convirtió en la gran Idea reguladora de la búsqueda humana de la perfección.
La religión va unida a la «espiritualización» de nuestra especie. Al hablar de «espíritu» no estoy hablando de mágicas sustancias incorpóreas, ni de espiritismos alucinatorios, ni de ebrias metafísicas, sino de algo mucho más sencillo. Espíritu es el dinamismo por el que la materia se vence a sí misma. Espirituales son las matemáticas, la música, la idea de Dios, la libertad, la bondad, la belleza, todas las arquitecturas que vencen la ley de la gravedad aprovechándose de ella, las soberbias creaciones de la humilde materia humana, que superan la concreción y las propiedades de la materia. Prescindir de esa dimensión -si es que fuera posible- sería encanallarnos. (José A. Marina)
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Ref: La frase
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