En recuerdo de Lord
CUANDO UN AMIGO SE VA
ADIÓS, MI COMPAÑERO
Se ha dormido. Le he cogido la pata y acariciado la cabeza mientras se dormía para siempre. Se lo había prometido. Ha sido valiente y generoso hasta el final. Un último ataque, regresando a casa después de un viaje, una respiración angustiosa, un resuello, un quejido continuado. Estuve en el patio con el, esperando que abriera el veterinario, sabiendo sin quererlo aceptar que ya no podría recuperarse. Pero aún se levantó, aun comenzó a pasear por el patio, aun entró al salón, aún ... No se quería rendir. El "Lord" no se rendía nunca .No sé, quizás también se despedía.
Ha estado conmigo 16 años, desde que era un cachorrillo apenas destetado, desde aquel día que lo recogí donde nació en el Bar “Los Morales”. A él está dedicada mi novela de más éxito “Nublares” y en él está inspirado el lobo del protagonista paleolítico. He escrito mucho sobre él y me ha acompañado siempre mientras escribía. Durmió hasta anteayer en los pies de mi cama Ha sido mi compañero en el campo, hemos compartido la pasión por la caza , la alegría de vivir, las tristezas (nadie captaba como él mis momentos de dolor o de abatimiento y nadie sabia tampoco ofrecer mejor su cariño y su cercanía). Ha sido mi perro y yo su amo y su amigo. Creo que muy pocas veces, nunca por supuesto con maldad, nos hemos fallado el uno al otro. Lo he querido como se quiere a un perro. Y se puede querer mucho a un perro. Y el me ha querido como los perros quieren a los hombres. Y el “Lord”, “Lord Jim” era su nombre completo en homenaje a Conrad lo hizo con toda la devoción y un espíritu leal pero también pero también independiente y libre.
A los seis años una grave enfermedad, una maligna garrapata, casi lo mata. Los veterinarios decían que aunque se salvara ya nunca podría cazar ni salir al monte. Se recuperó, los cuidados de mi mujer, María, lo hicieron fortalecerse. Ya lo creo que se recuperó. No había quien lo parara. Y hasta bien entrados los catorce fue mi inseparable compañero de correrías montunas. Hasta este mismo año, aun se acercaba al volver la cuadrilla para bajar en la boca un conejo hasta la casa.
Tengo prácticamente acabado un libro “Diario de un perro de caza” donde es él quien cuenta en primera persona (en primer perro, mejor dicho, claro) su vida y tantas vivencias juntos. El comienzo está colgado en este blog. Yo hoy, discúlpenme no tengo ganas de escribir más. No me importa decir que he llorado mientras se apagaban sus latidos y se quedaba reposando, ya sin sufrir. Y que ahora no puedo reprimir, ni quiero, mis lágrimas al dejar estas líneas. No es un homenaje. Es, el lo percibiría y lo entendería a su buena y animal manera de entender, un deshago, como un aullido, de pena, de una inmensa pena y de saber que tantos sitios me lo van a recordar, que en tanto lugares y a cada paso lo voy a echar de menos.
Tendrá su tumba en el bosque, en un alto, muy cerca de donde esta hecha esta foto. Un día, dejaré pasar algún tiempo, publicaré ese libro suyo. Hoy me queda, en el desconsuelo, la certeza de que ha sido feliz en esta tierra conmigo. Y a mí, mientras la compartimos, me hizo también feliz su compañía. Adiós “Lord”, mi viejo “Lord”, mi buen perro
By DOUCE
Hace tres años , conocí a Lord, (Lord Jim) para ser exactos, en el blog de ‘Chani’, (Antonio Pérez Henares): “La marea”. Lord era un perro bretón que le ayudaba en sus cacerías. En cuanto le conocí sentí una simpatía especial por él y hasta escribí una entrada en esta isla dedicada a él. Hoy, alguien, me ha dado una noticia que me ha emocionado mucho y he querido compartirla con todos vosotros. Sé que Chani, que ahora siente la desaparición de su Lord, le gustará que yo le recuerde y exprese lo que él ha sentido con la pérdida de su compañero del alma, compañero. Lean.
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ADIÓS, MI COMPAÑERO
Se ha dormido. Le he cogido la pata y acariciado la cabeza mientras se dormía para siempre. Se lo había prometido. Ha sido valiente y generoso hasta el final. Un último ataque, regresando a casa después de un viaje, una respiración angustiosa, un resuello, un quejido continuado. Estuve en el patio con el, esperando que abriera el veterinario, sabiendo sin quererlo aceptar que ya no podría recuperarse. Pero aún se levantó, aun comenzó a pasear por el patio, aun entró al salón, aún ... No se quería rendir. El "Lord" no se rendía nunca .No sé, quizás también se despedía.Ha estado conmigo 16 años, desde que era un cachorrillo apenas destetado, desde aquel día que lo recogí donde nació en el Bar “Los Morales”. A él está dedicada mi novela de más éxito “Nublares” y en él está inspirado el lobo del protagonista paleolítico. He escrito mucho sobre él y me ha acompañado siempre mientras escribía. Durmió hasta anteayer en los pies de mi cama Ha sido mi compañero en el campo, hemos compartido la pasión por la caza , la alegría de vivir, las tristezas (nadie captaba como él mis momentos de dolor o de abatimiento y nadie sabia tampoco ofrecer mejor su cariño y su cercanía). Ha sido mi perro y yo su amo y su amigo. Creo que muy pocas veces, nunca por supuesto con maldad, nos hemos fallado el uno al otro. Lo he querido como se quiere a un perro. Y se puede querer mucho a un perro. Y el me ha querido como los perros quieren a los hombres. Y el “Lord”, “Lord Jim” era su nombre completo en homenaje a Conrad lo hizo con toda la devoción y un espíritu leal pero también pero también independiente y libre.
A los seis años una grave enfermedad, una maligna garrapata, casi lo mata. Los veterinarios decían que aunque se salvara ya nunca podría cazar ni salir al monte. Se recuperó, los cuidados de mi mujer, María, lo hicieron fortalecerse. Ya lo creo que se recuperó. No había quien lo parara. Y hasta bien entrados los catorce fue mi inseparable compañero de correrías montunas. Hasta este mismo año, aun se acercaba al volver la cuadrilla para bajar en la boca un conejo hasta la casa.
Tengo prácticamente acabado un libro “Diario de un perro de caza” donde es él quien cuenta en primera persona (en primer perro, mejor dicho, claro) su vida y tantas vivencias juntos. El comienzo está colgado en este blog. Yo hoy, discúlpenme no tengo ganas de escribir más. No me importa decir que he llorado mientras se apagaban sus latidos y se quedaba reposando, ya sin sufrir. Y que ahora no puedo reprimir, ni quiero, mis lágrimas al dejar estas líneas. No es un homenaje. Es, el lo percibiría y lo entendería a su buena y animal manera de entender, un deshago, como un aullido, de pena, de una inmensa pena y de saber que tantos sitios me lo van a recordar, que en tanto lugares y a cada paso lo voy a echar de menos.
Tendrá su tumba en el bosque, en un alto, muy cerca de donde esta hecha esta foto. Un día, dejaré pasar algún tiempo, publicaré ese libro suyo. Hoy me queda, en el desconsuelo, la certeza de que ha sido feliz en esta tierra conmigo. Y a mí, mientras la compartimos, me hizo también feliz su compañía. Adiós “Lord”, mi viejo “Lord”, mi buen perro
Comentarios
No lo conocí pero estos in memoriam me emocionan siempre.
Ojalá tenga mucho éxito el librito de este perrito. Quién sabe, igual hasta ladra contento y lo oimos.
Saludos desde Donosti hoy.
Son muchos los sentimientos, las connivencias, las charlas sin palabras que podemos mantener sólo con mirarnos, perro y amo.
Un saludo cariñoso
Felices sueños y felices depertares.
Tuve la fortuna de poder experimentar el fuerte sentimiento que se crea entre perro y amo.
Espero, como Campu, poder tenerla nuevamente.
Bonne journée,