Despidiendo al verano
MIRADOR
Poco a poco se va yendo el verano. Todo huele a vuelta a la rutina diaria, a la costumbre, a los recuerdos de noches de vino y rosas. Las playas van recobrando toda la extensión de su deliciosa soledad y el mar sigue su ritmo eterno de olas que van y vienen ,infinitamente, a besar la arena.
Huyó el bullicio, retorna la calma. La playa es una inmensa alfombra de arena donde dejar las huellas de sentires o de penas…
La playa se explaya en su multiforme lenguaje.
Poco a poco se va yendo el verano. Todo huele a vuelta a la rutina diaria, a la costumbre, a los recuerdos de noches de vino y rosas. Las playas van recobrando toda la extensión de su deliciosa soledad y el mar sigue su ritmo eterno de olas que van y vienen ,infinitamente, a besar la arena.
Huyó el bullicio, retorna la calma. La playa es una inmensa alfombra de arena donde dejar las huellas de sentires o de penas…
La playa se explaya en su multiforme lenguaje.
ÚLTIMA PLAYA
Se desnudó y entró en el mar
Y bautizó su soledad.
Salió del mar, miró a la luna:
Le dejó en prenda sus preguntas,
y descalzo; a los arenales,
las huellas de sus pies mortales.
Alegría
De renacer con el día y el oriente:
La sola luz evidente.
Julio MARURI
Comentarios
Bella entrada, Náufrago.
Douce y yo estamos esperando también que las playas 'se vuelvan inmensas' para dar nuestros paseos libremente. Ella para correr, oler y revolcarse y el Náufrago para ver el mar en sus múltiples facetas y en el reposo de sus horizontes.
Quizá también para algún baño.
Feliz semana