¿Y ahora, qué toca?
HABLANDO DE EDUCACIÓN (Con perdón)
Al parecer, en este país, llamado aún España de momento, vivimos los ‘ciclos’ que nos marcan los medios y los políticos, de acuerdo a sus intereses. Así nuestros días están marcados por etapas. Colgados los trajes de Camps y los chanchullos del ‘Bigotes’, nos entretienen el verano con las fiestorras de Mallorca o Marbella, luego tocan los incendios , seguidos por las trombas de septiembre, los puños en alto, la repentina aparición de las putas poblando los mercados… Ahora le corresponde el entretenimiento al comienzo del curso escolar, a cómo han cambiado los tiempos de la ‘educación del terror de antaño al despelote de nuestros tiempos’. Hay padres, mejor, ‘madres, que suelen ser las que más se ocupan de esas cosas de la educación, que se sienten culpables ‘por haber engendrado a esta generación de jóvenes hedonistas representadas en el botellón’.
Hace ya muchos años, casi treinta, que Christiane Collange, periodista, escritora francesa, madre de cuatro hijos, se hacía estas reflexiones en la introducción a su libro “Moi, ta mère’:
Pero en la cuestión educativa, además de los padres, de la escuela, también están los ‘Gran Hermanos’, la ‘Física o Química’, las ‘Norias’, los ‘Sálvame’ y toda la basura que degluten nuestros hijos horas y horas. Ellos son unos de los más eficaces ‘educadores’ de esta generación de ‘esto es jauja y diversión’. Afortunadamente no todos son así, pero los que lo son, hacen mucho más ruido y a veces contagian.
Al parecer, en este país, llamado aún España de momento, vivimos los ‘ciclos’ que nos marcan los medios y los políticos, de acuerdo a sus intereses. Así nuestros días están marcados por etapas. Colgados los trajes de Camps y los chanchullos del ‘Bigotes’, nos entretienen el verano con las fiestorras de Mallorca o Marbella, luego tocan los incendios , seguidos por las trombas de septiembre, los puños en alto, la repentina aparición de las putas poblando los mercados… Ahora le corresponde el entretenimiento al comienzo del curso escolar, a cómo han cambiado los tiempos de la ‘educación del terror de antaño al despelote de nuestros tiempos’. Hay padres, mejor, ‘madres, que suelen ser las que más se ocupan de esas cosas de la educación, que se sienten culpables ‘por haber engendrado a esta generación de jóvenes hedonistas representadas en el botellón’.Hace ya muchos años, casi treinta, que Christiane Collange, periodista, escritora francesa, madre de cuatro hijos, se hacía estas reflexiones en la introducción a su libro “Moi, ta mère’:
"Si tu hija sonríe por la mañana dándote los buenos días
Si tu hijo te besa por la noche al darte las buenas noches,
Si a tu hija le gustan los estudios que realiza,
Si tu hijo estudia lo que le gusta,
Si tu hija arregla su habitación una vez por semana,
Si tu hijo se limpia los zapatos una vez por semana,
Si tu hija te trae una aspirina cuando te duele la cabeza,
Si tu hijo te pregunta cómo te va en el trabajo cuando te ve preocupada,
Si tu hija envía una tarjeta postal a su abuela cuando se va de viaje,
Si tu hijo te sorprende con un pequeño detalle por tu cumpleaños,
Si tu hija hace un presupuesto y se ajusta a él,
Si tu hijo te avisa cuando no va venir a cenar,
Si tu hija apaga la luz al salir de una habitación,
Si tu hijo cierra la puerta principal con llave cuando sale,
Si encuentras a tu hija más relajada de lo que tú estabas a su edad,
Si encuentras a tu hijo a gusto consigo mismo, más de que lo que tú estabas a su edad,
… es inútil que leas este libro salvo si queréis reforzar la convicción de que sois unos padres satisfechos. Pero como todos los padres y madres no tienen tanta ciencia o la misma suerte que vosotros, pensad en ellos y prestárselo." "Moi, ta mère" (Avant-propos. Pag.11)
Pero en la cuestión educativa, además de los padres, de la escuela, también están los ‘Gran Hermanos’, la ‘Física o Química’, las ‘Norias’, los ‘Sálvame’ y toda la basura que degluten nuestros hijos horas y horas. Ellos son unos de los más eficaces ‘educadores’ de esta generación de ‘esto es jauja y diversión’. Afortunadamente no todos son así, pero los que lo son, hacen mucho más ruido y a veces contagian.
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