PALABRAS
Hoy han bajado hasta esta isla, desde las alturas, estos poemas de Fernando, un amigo que ya en otras ocasiones nos ha visitado. Son poemas que hablan de voces y de ecos, de soledades que musitan su silencio. También hablan de la belleza inmóvil de montañas ‘que avivan la inquietud que bulle en sus entrañas…’
Cuando uno se habla a sí mismo, y allá en la montaña recogen su eco y al mirar el paisaje y las alturas le devuelven ‘la indolencia de su belleza inmóvil’, cuando la soledad habla su silencio y el cuerpo recibe la caricia de los besos, como la montaña siente la caricia de los nublados, uno presiente el momento en que se quede ‘a solas, a salvo, en un momento de dulzura eterno’.
Sólo la montaña que todo lo sabe, albergará en su memoria los olvidos y ‘todo el peso de las sombras’.
Cuando uno se habla a sí mismo, y allá en la montaña recogen su eco y al mirar el paisaje y las alturas le devuelven ‘la indolencia de su belleza inmóvil’, cuando la soledad habla su silencio y el cuerpo recibe la caricia de los besos, como la montaña siente la caricia de los nublados, uno presiente el momento en que se quede ‘a solas, a salvo, en un momento de dulzura eterno’.
Sólo la montaña que todo lo sabe, albergará en su memoria los olvidos y ‘todo el peso de las sombras’.
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