Un paseo arqueológico
"EL CEMENTERIO DE LOS INGLESES"
También figuraba el nombre de su hija: Madeleine de Lorch Racine, que debió de ser la última inhumada en ese cementerio en ruinas. Como ven, una es ‘perrita’ y además arqueóloga. Con este Náufrago puede ocurrir cualquier cosa.
Desde luego este Náufrago cada día está más raro. Resulta que esta mañana, con el pretexto de que íbamos a dar un paseo, me llevó en plan de ayudante en una exploración arqueológica. Hacía tiempo que no había entrado en un pequeño recinto, medio en ruinas, que la gente de la ciudad llama: “El cementerio de los ingleses”. Como no estaba lejos de casa fuimos andando y durante el camino, yo aproveché para oler todo lo ‘olible’.
Cuando llegamos, vio que a la puerta enrejada le habían puesto un candado. Por fin, porque hasta hace poco, estaba abierto, cualquiera podía entrar pues daba la impresión de estar abandonado. Nos quedamos pues por los alrededores y desde allí, mi papá aprovechó para tomar ‘notas’ fotográficas. Yo me acerqué a la cancela mientras él se fijaba en dos letras de la entrada: C y P. Lo de la C estaba claro: ‘cementerio’, porque se veían las tumbas abandonadas, lo de la P, tuve que descifrarlo yo, porque al volver a casa me mandó buscar información sobre el cementerio abandonado.
Después de preguntarle a don Google, que se lo sabe todo, encontré parte de la historia que me ayudó a completar las siglas. El nombre no era en realidad “El cementerio de los ingleses’, sino de la P, de protestantes. Quizá por eso, esta tierra tan católica, apostólica y romana, había rodeado al recinto de un cierto misterio. En aquellos tiempos de una Iglesia tan severa, tan excluyente, los protestantes no podían ser enterrados en ‘tierra sagrada’, donde ‘no había sitio para herejes, ateos o suicidas’, que a menudo acababan en estercoleros o terrenos baldíos.
Sucedió pues, que allá por el año de 1831. Algunos ingleses, solicitaron terrenos al Estado Español para la construcción del cementerio protestante en el año 1831, que fueron adquiridos en 1862. El primer ocupante encontró reposo en abril de 1864, (un ciudadano inglés de 44 años, inspector de ferrocarril). Fue el que llegó más rápido. La construcción se pudo llevar a cabo con aportaciones creyentes británicos e incluso hubo donaciones de diversos dignatarios europeos, entre ellos, el Rey de Prusia (1.380 reales, suma más que considerable ya que es más de la mitad del precio de los terrenos).
Cuando llegamos, vio que a la puerta enrejada le habían puesto un candado. Por fin, porque hasta hace poco, estaba abierto, cualquiera podía entrar pues daba la impresión de estar abandonado. Nos quedamos pues por los alrededores y desde allí, mi papá aprovechó para tomar ‘notas’ fotográficas. Yo me acerqué a la cancela mientras él se fijaba en dos letras de la entrada: C y P. Lo de la C estaba claro: ‘cementerio’, porque se veían las tumbas abandonadas, lo de la P, tuve que descifrarlo yo, porque al volver a casa me mandó buscar información sobre el cementerio abandonado.
Después de preguntarle a don Google, que se lo sabe todo, encontré parte de la historia que me ayudó a completar las siglas. El nombre no era en realidad “El cementerio de los ingleses’, sino de la P, de protestantes. Quizá por eso, esta tierra tan católica, apostólica y romana, había rodeado al recinto de un cierto misterio. En aquellos tiempos de una Iglesia tan severa, tan excluyente, los protestantes no podían ser enterrados en ‘tierra sagrada’, donde ‘no había sitio para herejes, ateos o suicidas’, que a menudo acababan en estercoleros o terrenos baldíos.
Sucedió pues, que allá por el año de 1831. Algunos ingleses, solicitaron terrenos al Estado Español para la construcción del cementerio protestante en el año 1831, que fueron adquiridos en 1862. El primer ocupante encontró reposo en abril de 1864, (un ciudadano inglés de 44 años, inspector de ferrocarril). Fue el que llegó más rápido. La construcción se pudo llevar a cabo con aportaciones creyentes británicos e incluso hubo donaciones de diversos dignatarios europeos, entre ellos, el Rey de Prusia (1.380 reales, suma más que considerable ya que es más de la mitad del precio de los terrenos).
Allí podían encontrar el albergue definitivo protestantes de cualquier nacionalidad, previo pago de los gastos que se desprendieran del acto como, por ejemplo, la cuota de enterramiento para súbditos alemanes-suecos-noruegos o británicos era de 25 pesetas
Todas esas cosas averigüé yo, mientras él se ponía a descifrar casi la única lápida que se encontraba de pie, aunque un poco ladeada. El texto, en un deficiente francés, decía:
Marthe Agnes Racine 1875-1962
Je lève mes yeux vers les montagnes
D’où viendra le secours ?
Le secours me viendra de l’Eternel
Qui fait les cieux et la Terre
Je lève mes yeux vers les montagnes
D’où viendra le secours ?
Le secours me viendra de l’Eternel
Qui fait les cieux et la Terre
También figuraba el nombre de su hija: Madeleine de Lorch Racine, que debió de ser la última inhumada en ese cementerio en ruinas. Como ven, una es ‘perrita’ y además arqueóloga. Con este Náufrago puede ocurrir cualquier cosa.
Comentarios
Felices sueños a la investigadora, que todo hay que decirlo, es la que más se lo ha currado.
:)
Soy una perrita polivalente... Y si hay que investigar, se investiga, ya que al Náufrago le apetece descubrir cosas nuevas. Aunque se trate de un cementerio abandonado.
Por un paseo bien dado, yo hago cualquier cosa.
Ven que te daré un abrazo y un beso
Cariños
Ro
Aquí existe también un cementerio Británico. Nunca me imaginé que su existencia se debiera a que profesaban, en general, otra religión.
Sí sé que existe un cementerio israelita. De este sí sé seguramente que la religión está de por medio.
Ya que estamos de averiguaciones, voy a ver si me informo sobre el Cementerio Británico de Montevideo.
Besos,
Creo que ese cementerio del que hablas, es el que Campurriana ha mostrado en su blog. Coincide en esa historia de un barco de la Royal Navy que encalló en la Costa da Morte por las fechas que indicas.
La verdad es que está en un sitio maravilloso de soledad y belleza. Más solitario que el Cementerio Marino de Valéry.
El mar, tumba de tantos amrinos.
Cementerio de los ingleses
¡¡SUERTE!!
Gracias por tus piropos. Me gustan estos paseos, porque además de dedicarme a lo mío, aprendo cosas nuevas.
Guuuaaauss cariñosos
Por lo que estoy viendo, en todos lugares con costa, por una razón o por otra, los británicos han dejado un cementerio.Son una isla, pero se han recorrido el mundo entero.
Espero que encuentres la historia de ese cementerio británico en Montevideo. A este paso, podemos hacer un tesis doctoral: "Cementerios británicos en el Mundo".
Feliz fin de semana