Cuando hablan las mujeres

¿MATRIMONIO O PATRIMONIO?

Aunque generalizar siempre es peligroso y se corre el riesgo de simplificar en cuestiones que pueden ser vistas desde ángulos diferentes, podríamos afirmar que el género masculino no goza de buena prensa. Los ‘lobbies’ feministas, que no femeninos, tildan al hombre de prepotente, no colaborador en las tareas domésticas y educativas, dictadores, poco atentos, egoístas, ‘mononeuronales’, violentos, algunos, y lindezas semejantes. Todas estas ‘cualidades’, al parecer, se hacen más patentes en el ámbito doméstico.

El otro día, ojeando una Web francesa que trata de estos y otros ámbitos, el Náufrago pudo enterarse de lo que diez mujeres decían de sus compañeros, amantes, maridos o ‘visitantes’ temporales. Una a una, manifestaban sus ‘desencuentros’.
- Françoise tildaba a su consorte de ‘abandonao’ inconfeso. Calcetines y calzoncillos abandonados debajo de la cama, tazas de desayuno, mantequillas y migas encima de la mesa a tan sólo unos centímetros del lavavajillas. Sin contar las llaves que nunca encontraba.

- Roxane consideraba que para ‘testarudo’, su compañero. Jamás daba su brazo a torcer, ni admitía un error, poseedor sempiterno de la Razón. La solución, un ‘d’accord’ y hacer lo que le viniera en gana.

- El problema de Sandra es que su compañero de cama se apodere del edredón y la deje a la intemperie. La solución, o un extra-edredón o dos para cada cabeza, cuerpo y extremidades.

- Lo que a Corinne le pone de los nervios es que su consorte meta sus dedazos en la fuente o aborde con su cuchara el cazo en el momento que ella va a servirle.

- Con Elodie abordamos el delicado asunto de los ingenios tecnológicos. Su hombre se pasa horas enteras con su consola y hasta se olvida de que tiene una ducha cerca que podría aliviar sus sudores. Pensar en poner o quitar la mesa, colaborar en la limpieza y otras labores ‘serviles’, no entran en sus planes.

- Según Cathy, su alter ego, habla a solas. Si le pregunta con quién habla, responde que simplemente está canturreando. ¿Diálogo?, escaso.

- El problema de quién se hace con el mando de la tele no lo es para el marido de Claudine. El hombre se lee en periódicos y revistas todos los programas de la tele, luego 'zappea' y al no encontrar nada que le guste, deja la tele encendida con un ‘ahí, te quedas’. Entonces Claudine ya puede acceder a su película, aunque se haya perdido el inicio.

- A Maud lo que le corresponde es ir apagando las luces de baños, habitaciones, cocinas, salón..., porque su pareja debe creerse accionista de alguna empresa eléctrica. Pone fin a este abanico de ‘desencuentros’ domésticos.

-Marie
. Lo suyo va de ‘conciertos’ variados. Ronquidos sonoros de sus nocturnos desvelos, ruidos cuando come o se suena sonoramente, por no hablar de ruidos con acompañamiento odorífero.

Esto son confesiones de parte. Queda ahora oír a la otra parte. ¿Osarán?

Comentarios

Rocío González ha dicho que…
Vaya tema...
No estoy muy segura de como es que eso sucede, como la pareja llega a ser la antítesis de lo que se supone que debiera ser, ¿es al paso de los años?, que entonces "muta" en ¿cosa rara? jejeje en el desconsiderado, indiferente...
Bueno, pues creo que los intereses comunes de pareja brillan por su ausencia y eso hace las delicias de algunas corrientes feministas. Al parecer, concluiré con lo que dije en la entrada de 'Turco' el perro del feliz destino: lo que para unos es indeseable, para otros es un tesoro jejejeje Aunque no se yo, un hombre con características indeseables, no es bienvenido en ninguna parte jejejeeje
Vale, vale, hasta aquí llego, que si continuo, no se yo…
Abrazo de
Ro

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