Se llamaba Raúl

POR FAVOR: “POR LA PUERTA DE ATRÁS”

¿Se puede tener la osadía de hablar de lo que no se sabe? En otras circunstancias podría parecerlo, pero en los tiempos que corren, es el pan nuestro de cada día. La mayoría, no descartamos a los políticos, asiduos protagonistas de este blog, habla y habla de lo que no tiene ni idea y proyecta en sus escritos sus carencias, más que su sabiduría. Eso es lo que va a hacer hoy el que suscribe, en esto ‘lo que sea’: desahogo, necesidad, sensaciones, sospechas y cuánta incongruencia quieran añadirle. Al fin y al cabo, sin malas intenciones, trata de exponer lo que no ha visto. Tan sólo se rige por lo que ya se temía. Raúl, el jugador de fútbol, de momento no hay otros ‘Raúles’ que puedan ser reconocidos sin añadirles el apellido, se ha ido.

Pues sí, ese Raúl, le han indicado salir por la puerta de servicio. No vamos aquí a mencionar sus éxitos, sus años de servicio, lo que haya representado en ese club que lo llaman Real y actúa como la plebe. Mejor dicho, peor que el populacho. El Náufrago, sin ser aficionado, ni conocedor del currículo del despedido, recuerda, no sé si era por estas fechas el año pasado o similares, los ‘llenazos’ que se producían en ese estadio que llaman Bernabeu, cuando se incorporaban al club los ‘mesías’, los ‘salvadores’, los ‘cracks’, la segunda o tercera ola ‘galáctica’ . Había que ver qué multitudes, que ondear lo que sea, cuando aterrizaron los Big Ronaldo, San Kaká, Torpedo Benzena...

Parece ser que ayer, sobraban sitios en el Palco y un pequeñísimo grupo de irreductibles decían un adiós soso al que había dado todo lo que tenía, con sus altos y sus bajos, pero sin tanto festejo, tanta alharaca, y tanto “queremos un hijo tuyo’. Se va por la puerta de atrás, en una ‘florentina’ despedida, de esas de si te he conocido, no me acuerdo, ‘vete con Dios, mi vida’. Es la ley del Mercado. El mercado verdulero.