Precaución, amigo conductor

ROTONDAS Y OTRAS PERIPECIAS

El Náufrago tiene una teoría, marca de la casa, por lo que cada cual es libre de compartirla o tirarla directamente a la papelera del olvido. La teoría es la siguiente: cuando visites un país observa cómo conduce la gente, tendrás una idea bastante aproximada de cómo es la educación cívica de sus ciudadanos. Hay otros detalles que se pueden añadir: la altura de dicebelios en bares, restaurantes, autobuses u otros espacios públicos, la cantidad de servilletas, palillos, huesos de aceitunas que hay debajo de los mostradores de un bar o el estado de calles y aceras, de los carteles, fachadas y papeleras y otros detalles del mobiliario urbano. Dejo al criterio de los posibles lectores indicar qué puesto ocuparíamos los hispanos en el ranking de educación cívica entre los diferentes países europeos, incluidos los mediterráneos. Más que nada por el calor que nos calienta.

Todo este prefacio viene a cuento, o no, por los sustos ‘conductivos’ que el Náufrago ha experimentado esta mañana en el trayecto de ida y vuelta al gimnasio. Una distancia que no supera los 15 kilómetros. Conviene tener en cuenta algunos supuestos para valorar la parte de razón que le asiste en los distintos eventos que le han acaecido en tal corto trayecto.
  • A) Se trata de una vía peri urbana de largas avenidas, con bastantes rotondas y glorietas. Velocidad señalada 50Km/h.

  • B) El Náufrago no es un loco del asfalto ni un as del volante, un conductor medio que a veces también mete la pata

  • C) Hoy, por razones especiales, que no hace el caso subrayar, circulaba a una velocidad moderada
Teniendo en cuenta esos presupuestos ha de decir que se encontró en al menos cinco circunstancias, llamémoslas semiconflictivas. En todas ellas, como es de rigor entre ‘hispanos’, la ‘culpa’ es del contrario, por no decir ‘adversario’. Hacer sonar el claxon el señor que pretende entrar en la glorieta cuando el Náufrago tiene recorrida la mitad.Pita, suelta una jaculatoria o hace señales con el dedo el que se te cruza para salir cuando tú circulas por la vía del exterior y pide paso. Protesta el peatón que cruza la calzada en diagonal a tres metros del paso de peatones… Alguna de estas circunstancias por duplicado.

Dadas estas circunstancias, uno siente alivio y se frota los ojos cuando alguien hace ademán de excusarse por haber metido la pata o cede el paso para que entres en el garaje dado que los vehículos van en fila india y están casi parados, taponando la entrada. En todos esos casos el Náufrago no cabe en sí de admiración, se siente sorprendido y no da crédito a lo que ven sus ojos. Duda si está en este país o es que directamente está camino del Paraíso del conductor.


Comentarios

pilar ha dicho que…
Si, es curioso, cuando alguien se comporta con educación nos sorprende.

Estamos tan acostumbrados a los malos modales que lo que debería ser normal se convierte en excepción.

Bicos
Anónimo ha dicho que…
Me equivoqué de sitio al poner el comentario, que queda fuera de lugar en el post anterior.
¿Sería el Náufrago tan amable de borrarlo?
Sylvia Otero ha dicho que…
Evidentemente somos descendientes de latinos. Aquí es igual.

Yo creo que a la gente le gusta que la traten como niños de escuela. Necesitan que les pongan multas (los pongan en penitencia) para portarse bien. Además no toman conciencia de que las reglamentaciones de tránsito están hechas para salvarles la vida, no para molestarlos. Eso se llama ignorancia. Yo también meto la pata, pero intento no hacerlo.

He estado en países adonde te llama la atención llegar a una cebra y que un auto pare, que haya carteles de PARE en las cuatro esquinas y que vayan doblando o cruzando POR ORDEN DE LLEGADA, etc.

Aquí tendríamos que hacer una canción parecida a la que pusiste, pero con ritmo tanguero o de candombe.

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