Sic transit gloria mundi…

THERE'S SOMETHING ROTTEN IN … (Algo huele a podrido en el PP)

Nada nuevo debajo del sol: lo que dura el tránsito de la gloria, que lo podrido no se halla sólo en Dinamarca. La corrupción y las ‘glorias’ pasajeras van entrañablemente unidas al poder y el dinero. Estas reflexiones ocupaban el primer plano de su interés cuando esta mañana el Náufrago leía la prensa en el autobús que le llevaba a sus ejercicios matutinos. Por la ventana del bus se colaba una ola de luz que iluminaba la primera página del periódico. Ocupando las cuatro columnas de la portada aparecía la foto de alguien que hasta anteayer se codeó con los grandes, regaló Jaguars de ocho millones de pesetas, vistió chaqué en bodas presidenciales, organizó mítines y congresos, se codeó con la crème de la sociedad, generoso en los regalos, ambicioso en los réditos... El hombre que anteayer se paseaba arrogante, con la soberbia en la mirada y la altivez que concede el saberse en la cima de los 'triunfos', hoy aparecía avejentado, el pelo grasiento, desengominado, la barba descuidada, la mirada, aún desafiante, algo perdida en las realidades que le aguardan, en un fotomatón policíaco.Su nombre, Francisco Correa Sánchez

El Náufrago seguía leyendo su extraña biografía de niño de Liceo Francés, botones de hotel, soldado en la Legión, Director comercial de una de las mayores cadenas hoteleras del país. El comensal deseado de muchos reservados de restaurantes, la cabecera de muchas reuniones, el repartidor de favores y cosechador de 'negocios', no tiene nadie que le visite en su celda, en la cárcel. Los amigos de antaño tratan de huir de su 'contagio', ni siquiera su mujer ha solicitado verle. Mientras tanto, nadie sabe lo que medita en su celda, ni cómo evolucionará ante el 'marrón' o 'marrones de que se le acusa ¿Se derrumbará bajo el enorme peso de la depresión y de la culpa? ¿Soñará en sus horas diarias de gimnasio? ¿Se agobiará en los escasos metros que le dan frío abrigo? ¿Con qué ánimos soportará la soledad de la cárcel? Enigmas.

En estas reflexiones y dudas estaba el Náufrago cuando interrumpió su meditación un niño de unos cuatro años que se sentó a su lado. Debía venir de la guardería o del colegio. Su imagen, sus 'preocupaciones' contrastaban con las del 'héroe' de la historia que estaba leyendo en el periódico. El niño tenía en la mano un cochecito de metal que hacía circular por el borde de su asiento y los barrotes del bus. En su mano izquierda, un recortable con la figura de un astronauta y dos pequeños agujeros por donde metía sus dos pequeños dedos. Su madre y él 'mimaban' la vieja cantinela de los payasos.
- Hola don... (iniciaba la madre)
- … ¡PEPITO!, (completaba el niño).
- Hola don... "¡JOSÉ!"!
- Vio usted a mi... ¡ABUELA!
- A su abuela yo la ... "VI", seguía repitiendo el niño.
- Adiós don Pepito, adiós don... ¡JOSÉ! Y el niño y su mamá bajaron del autobús
Por unos momentos el Náufrago había vuelto a la edad de la 'Inocencia' y pensó ¿Hasta cuándo, pequeño, durará tu candidez? Le costaba volver a pisar tierra. Tan sólo unos minutos duró su regreso al 'otro mundo', el de la infancia.

Algo huele a podrido en el Partido Popular, algo bastante sucio, que afecta a puntos sensibles del partido. Pero no seamos ingenuos, cualquiera puede hacerse esta pregunta: ¿Cuánta basura encontraríamos en el mundo político-económico a nada que hurgáramos? Por nadie pondría la mano en el fuego cualquier ciudadano de a pie,que piense un poco por su cuenta. “Algo huele a podrido en…”

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