Cuando el Náufrago naufraga

ADVERTENCIA ( Perfectamente prescindible)

Es harto probable que esta presentación ya la hayan recibido de cualquiera de los amigos que les obsequian con regalos como éste.
Es posible que dé la impresión de que el Náufrago tiene pocas cosas nuevas que decir cuando echa mano del talento de otros.
Es verosímil que usted ni siquiera le eche un vistazo porque tiene cosas más ‘importantes’ que hacer (ver la tele, por ejemplo) y se sienta ‘timado’ por haber perdido el tiempo entrando en esta página.
Es comprensible que usted se sienta un poquitín estafado.
Es normal que piense que quien echa mano de estos recursos debería emplear su tiempo en asuntos de más calado o si se aburre, que lea algún libro o escuche algo de música que le recree el espíritu.
Todo eso y mil cosas más son razonables y perfectamente comprensibles y en parte, tienen bastante razón.

Pero por otra parte piense:

Que el Náufrago es una persona normal y corriente, con sus aciertos y sus muchas carencias.
Que reflexiones de este jaez pueden contribuir a aumentar en grado sumo su autoestima.
Que a veces tiene sus caprichos y uno de ellos puede ser el de servir de mero ‘copión’ y divulgador.
Que tampoco hay tantos ‘talentos’ y mucho menos por estos lares.
Que hay textos a los que encuentra cierta gracia y le gusta compartirlos con alguien tan ingenuo como él.
Que tampoco es obligatorio detenerse en todo lo que aparece en este blog
Que le puede servir a usted para comprender cuán menguado es el ingenio que nos envuelve en estos tiempos tan poco creativos.
Que a los Náufragos les gusta verse retratados en reflexiones como éstas.

PERDONE, SI TIENE LA SENSACIÓN DE HABER PERDIDO EL TIEMPO LEYENDO ESTAS SANDECES.

Rincón del Náufrago