El alguacil alguacilado

LEYENDO A LOS CLÁSICOS

Antes de que el señor Trillo mencionara a don Luis de Góngora y Argote ya alguien había desempolvado el soneto del vate cordobés. Y es que los clásicos siempre estarán de moda.

Así escribía D. Luis:

A SU HIJO DEL MARQUÉS DE AYAMONTE,
QUE EXCUSE LA MONTERÍA

Deja el monte, garzón bello, no fíes
tus años dél, y nuestras esperanzas;
que murallas de red, bosques de lanzas
menosprecian los fieros jabalíes.

En sangre a Adonis, si no fue en rubíes,
tiñeron mal celosas asechanzas,
y en urna breve funerales danzas
coronaron sus huesos de alhelíes.

Deja el monte, garzón; poco el luciente
venablo en Ida aprovechó el mozuelo
que estrellas pisa ahora en vez de flores.

Cruel verdugo el espumoso diente,
torpe ministro fue el ligero vuelo
(no sepas más) de celos y de amores.

Luis de Góngora y Argote


Cacerías y conceptismos aparte, recordemos algunos hechos sobre el cazador cazado o el alguacil alguacilado. Corría el curso jurídico 2005-06, un juez de la Audiencia Nacional solicita y obtiene un ‘licencia de estudios’ para realizar actividades de investigación y docencia en dos entidades adscritas a la Universidad de Nueva York. El juez seguirá percibiendo su sueldo íntegro y conservará su destino en la Audiencia Nacional.

El Centro Rey Juan Carlos I adscrito a la citada Universidad, financiado por el BSCH, cubre los gastos de viaje del Juez y la escolarización de su hija en la Escuela Internacional de las Naciones, por valor de 21.152 $. Por su parte, el otro centro también dependiente de la Universidad Neoyorkina donde imparte clases y conferencias pagará sus docentes saberes con un ‘sueldo’ de 160.333,4 $. El año ‘jabático’ se prolonga seis meses para completar la ‘formación’ de dicho juez. De ninguna de estas percepciones ‘extra’ tendrá conocimiento el Consejo del que depende el Juez y le concedió la ‘licencia’.

Hasta aquí los hechos. Las preguntas que se pueden hacer lo ciudadanos, según los puntos de vista desde los que se pregunten, diversos, que los hay, unos podrán afirmar que hizo muy bien, que no hay delito alguno en ser espabilado. A lo sumo una posible “falta disciplinaria”. Hay también otros que se preguntarán con qué limpieza de conciencia, con qué estómago o con qué morro, uno puede armar la marimorena para sorprender algunos ‘chorizos’ y algún que otro tonto elegante que se pringa, si las facturas son verdaderas, por 14.000 €, en trajes a medida de la propia tontuna.

Si los jueces que deben juzgar las conductas de otros no son exquisitos en sus modos de actuar ¿en nombre de qué ‘Ley’, con qué valor moral, se permiten juzgar y sancionar las conductas ajenas?.

--------------------
N.B. En la Dedicatoria que hace al Conde de Lemos, en su libro "El Alguacil alguacilado" , cuenta D. Francisco de Quevedo que entre las varias órdenes (cita varias) en que se distribuyen los alguaciles malos, están " los escudriñadores de vidas y fiscales de honras y levantadores de falsos testimonios, que debajo de tierra sacan qué acusar, y andan siempre desenterrando los muertos y enterrando los vivos"

Comentarios

Meritxell2000 ha dicho que…
El post te ha quedado buenísimo. Vaya ingenio. Me estoy riendo sin parar.

Hoy Garzón es la estrella y todos mirando hacia él. No perdemos ripio. En qué acabará el culebrón que nos tiene anonadados.

Un saludo.
Douce ha dicho que…
Me alegro si ha conseguido divertirte, pero no te preocupes, la sangre no llegará al río...Manzanares.

Ya se encargrán sus colegas de arreglarlo.Siempre habrá una oportuna 'prescripción' que sacarse de la manga. Perro no muerde a perro.

Un saludo
Fantástica entrada.

En cuanto al garzón..

Creo que ha rascado en una herida importante porque no veas como se revuelve el gato.

Entradas populares