La última carta

A ISABEL CEPEDA, MUJER DE JESÚS NEIRA

Dado el ‘éxito’ obtenido por el Náufrago con sus recientes cartas, da por terminado su ciclo epistolar que tantos ‘entusiasmos’ ha despertado. La última misiva del ciclo va dirigida a D.ª Isabel Cepeda, esposa y compañera fiel de Jesús Neira.

Estimada Señora,

Ayer, por casualidad, vi su imagen en un programa de televisión. En la entrevista estaba acompañada por una compañera de Universidad de su marido. Ni el entrevistador, ni el sencillo escenario, ni las dos participantes y entrevistador, estaban ‘adornados’ con esos fastuosos decorados de cartón piedra, gradas de curiosos invitados, presentadores de postín y su cohorte de entrevistadores estrella.

Todo resultaba más sencillo y más cercano. Allí destacó clara, sencilla, serena, inteligente, su personalidad. Sus palabras sonaban sinceras y mostraban un carácter entero, valeroso, de mujer fuerte, que se expresaba sobriamente, sin aspavientos y grandes alharacas. Nunca apareció más claro que detrás de un gran hombre hay una estupenda mujer. Comparada su actitud, su elegancia, su calidad de mujer, con otras mezquindades, rencores, exabruptos y malos modos con que se ‘adornan’ otros personajes que venden sus miserias a mejores postores que gustan de hozar en los lodazales de la conducta humana, la diferencia salta a los ojos de los que quieren ver la realidad y no tienen su mirada deformada de contemplar tanta basura.

Sé que en este mundo ‘mediatizado’, en todos los sentidos de la palabra, se está pretendiendo establecer aberrantes comparaciones y semejanzas, para confundirlo todo. No debe preocuparse, después de silencios, de callado coraje, de momentos de soledad, de una enorme fe en la vida contra todo pronóstico, de puertas cerradas sin ningún horizonte, allí se mantuvo su figura confiada ante los peores augurios. Un maravilloso ejemplo de fuerza vital.

Hoy su mirada ha recuperado un brillo especial que nunca se borró de sus ojos, su sonrisa es aún más clara, más tranquila y más amplia. Sus palabras suenan diáfanas sintiendo más cercana y más fuerte la mano del que rescató de las sombras. Todo resulta más luminoso después de haber luchado con fe por la vida. Amigos, compañeros, médicos, enfermeras, gente anónima de la calle, le han acompañado en esa vigilia atenta y constante. Hoy todos nos regocijamos de este regreso a la Vida, a sus vidas.

Un saludo cariñoso y lleno de respeto a todo lo que es y representa

Un Náufrago