Mi vida perra

HERBOLARIO MATUTINO

By DOUCE

Pocas veces trato de molestar a quienes conmigo conviven. Mi ‘perra’ educación no tiene ningún sentido peyorativo en nuestro diccionario. Allá los humanos que se creen ‘superiores’ porque han ‘inventando’ esto y lo otro y se sienten ufanos por haber viajado hasta no sé dónde. Sencillamente no les envidio en nada. Me siento muy bien como soy y no me cambiaría por ninguno de ellos. Y a lo que iba. Hoy me he sentido un poco mal por haber ‘molestado’ al Náufrago. Pero incluso, cuando siento la necesidad de ‘molestar’ lo hago al canino modo, o sea con respeto.

Esta mañana, era muy temprano, las seis y media o las siete de la mañana, horas en que el Náufrago no ha amanecido todavía. Vi que dormía, me puse a su lado y en mi lenguaje de gestos, de agitar de rabo, de poner mi cabeza en su pecho y demás ‘fonemas’ le daba a entender que le necesitaba. Él se hacía el dormido, pero yo sabía que ya me había ‘oído’. Me acariciaba para ver si así yo desistía…

Al final entendió. Le costó un poco, bastante, pero sé que no se enfada porque sabe que cuando insisto es por algo y lo hago lo más finamente posible. Así que se levantó, aún medio dormido, medio vestido, medio viviente y bajamos a la calle… Él vio qué es lo que necesitaba, yo buscaba las hierbas más finas mientras él sonambulaba… Yo seguía escogiendo de entre el césped la hierba más fina para aliviar mi estómago que seguía emitiendo ruidos extraños. Cuando entendí que era suficiente y como la ‘farmacia de guardia’ seguiría estaría abierta si lo necesitara, me acerqué a aquella ‘sombra ambulante’ y le dije.

-“Cuando quieras. Hubiera preferido no molestarte, pero era urgente. Perdona’

Subimos de nuevo a casa, mejor dicho, le subí, pero sé que en el fondo se encontraba bien porque yo también me ocupo de él cuando él lo necesita. ¿Y decir que a eso le llamen “Perra vida”?