L'Hermitage se alberga en El Prado

CUANDO EL ARTE TRASPASA LAS FRONTERAS

Caravaggio. Tañedor de laúd

Con frecuencia, nuestra miopía, hace que los árboles no nos dejan ver el bosque. Es cierto que son muchos los árboles que tenemos delante de la nariz y nos hacen olvidar que el mundo está lleno de avatares y que han ocurrido miles de desgracias bastante más duras y duraderas que las que ahora nos abruman. Quizá haya puntos de referencia que nos indican que la Vida del Hombre en la tierra no son sólo nuestros 'años' de crisis, de decadencia económica, de hechos que no somos capaces de entender. No vivimos, ni vemos, más allá del ombligo de las preocupaciones que nos angustian.

Ver que el hombre ha superado pestes, guerras mundiales y civiles, 'depresiones' económicas, catástrofes de todo tipo y que nuestros antepasados, con menos recursos, nos han dejado un legado en el cual recrearnos, debería, siquiera por unos momentos, poder disfrutar de lo que nos han dejado.

El Náufrago, ha aprovechado la circunstancia y se ha asomado tan sólo un poco, por unas horas, a un rincón que sólo conocía de referencias confusas. El hombre es destructor en muchos sentidos, pero no todo es destrucción, es mucha la 'creación' que unos cuantos nos han dejado como herencia. Si hay algo que nos permite sentirnos humanos es ser capaces de emocionarnos aún ante unas imágenes, una música, una mirada, una caricia, un sentimiento, una sonrisa, una desgracia que atender, un pensamiento...

El Náufrago ha visitado durante una horas el país de las 'musas' y ha repasado una parte de nuestra vida como humanos. Acérquense

L'Hermitage en el Prado

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